Las estafas a través de billeteras digitales están azotando a los incautos en Bogotá

Los delincuentes no descansan, ahora roban por venta de cuentas fantasma, cambiazo de códigos QR y hasta llamadas de emergencia

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Estafas digitales.
Foto: difusión.
Estafas digitales. Foto: difusión.

La constante renovación de los sistemas de seguridad en las entidades financieras asociadas a su continua evolución en la creación de nuevos productos bancarios ha obligado también a los estafadores a crear formas de robo que les permitan lucrarse de esta actividad ilícita.

Uno de los más recientes productos ofrecidos por los bancos son las llamadas billeteras digitales u otras opciones electrónicas para transferir dinero sin necesidad de trasladarse, ni de tener una cuenta de ahorros o corriente y, lo mejor, sin tener que hacer largas filas en estas entidades.

A su vez, la delincuencia ha creado formas para robar y estafar a personas por medio de canales virtuales como Call centers falsos, ventas de cuentas fantasmas de manera ilegal y hasta correos electrónicos con códigos QR falsos para sacarle el dinero a los incautos que caen de manera inocente con el proceder de los delincuentes.

En el caso de las llamadas desde falsos call center fantasmas, los estafadores llaman a sus víctimas en diferentes horas del día, hasta que las logran contactar. Empiezan de manera cordial buscando ganarse la confianza de su interlocutor. Luego indican que la persona tiene una reserva de tiquetes aéreos y en un hotel, pero le agregan que se ganó un bono extra.

A lo que en algunas personas cuelgan la comunicación de inmediato. Al pasar un rato vuelven a llamar, pero en esta ocasión lo hace otra persona indicando que hay inescrupulosos que se encuentran comunicándose a nombre de su entidad buscando estafar a los crédulos.

Una vez se ganan la confianza de sus víctimas les dicen que revisen sus cuentas y mencionan los bancos más comunes, al cabo de unos segundos el incauto, menciona la entidad financiera en la que tiene su dinero, a lo que el estafador le indica que abra de manera inmediata la aplicación de su banco y la sorpresa para la persona es que aparece bloqueada.

En ese momento el delincuente le pide a su víctima que cierre y abra nuevamente la app y de inmediato le llega a este un mensaje de texto con un código y se lo da al ladrón. En ese instante el estafador cuelga y le desocupa las cuentas a su víctima, pues son los dígitos que se reciben como número de aprobación de seguridad.

Durante lo que va corrido del año se han reportado 121 personas que han caído bajo esta modalidad y comparado con el año anterior hay una reducción de 79 casos, según el Sistema Estadístico de la Policía Nacional.

Otra modalidad de robo es a través de WhatsApp. En esta modalidad llega alguna notificación de una cuenta de un familiar o amigo, usando lenguaje que es muy común al utilizado normalmente con la persona. Allí el estafador pide plata porque se quedó sin lo del transporte y le pide prestado a su supuesto familiar, de inmediato este delincuente pide que mejor le transfiera el dinero a un código que le llegará al celular, buscando que este le transfiera alguna cantidad de plata específica. En ese instante la persona que en el papel se había quedado sin recursos para transportarse se encuentra con la víctima y le dice que le robaron su celular. A lo que el incauto cae en cuenta que acaba de sufrir una estafa.

Las redes sociales no se salvan de ser usadas para cometer estos crímenes, por este medio los estafadores envían códigos a través de cuentas falsas de alguna billetera móvil, Nequi, Daviplata, entre otras. En esta modalidad los delincuentes se valen de toda la imagen institucional de las billeteras (estilos de letra y de mensajes) para que las víctimas no sospechen. Durante la comunicación alertan sobre una posible suspensión o bloqueo de la cuenta y piden que hagan clic en un enlace en el que se pide el usuario y la clave, por lo que de inmediato proceden a desocupar las cuentas.

En estos casos las autoridades indican que los ladrones usan bases de datos robadas o la información que la gente deja como pública en las redes sociales, para cometer los robos. Al tener esta información sensible de las personas, los estafadores envían un mensaje de texto a todos, para que alguna de ellas caiga en la trampa.

Ante esto se recomienda llamar a la entidad bancaria y no informar a nadie sus claves ni códigos de seguridad y mucho menos abrir enlaces por medio de mensajes de texto, emails o en redes sociales, explicó un investigador de robos y extorsiones digitales de la Policía Nacional, en entrevista con el diario El Tiempo.

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