A pocas cuadras de la Fiscalía, y en la puerta principal del conjunto residencial Prados de El Salitre en la ciudad de Bogotá, quedó parqueada la camioneta Nissan Frontier, de placas FWX914, en la que se movilizaba el teniente coronel de la Policía Óscar Dávila.
Fuentes cercanas a la presidencia comunicaron a el diario El Tiempoy que la camioneta era modelo 2019, color plata y de placas de Manizales. Esta le había sido asignada a Dávila desde la Dirección de Protección y Servicios Especiales y fue inspeccionado por miembros del CTI, luego de que se encontrara en su interior el cuerpo del oficial.
Investigadores indagan si el coronel utilizó el arma de dotación para quitarse la vida y también pidieron inspeccionar el apartamento 703 del conjunto residencial Prados de El Salitre (lugar en donde solía hospedarse el uniformado), en busca de información relevante.
Posteriormente, también salió a la luz un documento del pasado 2 de junio, en donde el coronel solicitó ser escuchado por la Fiscalía, y advertía que era el coordinador de Protección Anticipada de la Presidencia de la República.
La muerte del teniente coronel Dávila llega después de que este solicitara un espacio de escucha con la Fiscalía, a través de una carta dirigida directamente al fiscal Francisco Barbosa, en la que este le manifestaba su “absoluta disponibilidad” para dirigirse hasta su despacho, y responder no solo por el uso del polígrafo, sino por las chuzadas a las que habría sido sometida Marelbys Meza, y Fabiola Perea, quienes servían a Laura Sarabia desde hacía un buen tiempo en su casa.
“Reitero mi disponibilidad de presentarme en fecha y hora que se señale para ser escuchado en diligencia de interrogatorio (...) Reitero mi interés de colaborar con la correcta administración de justicia y me pongo a su completa disposición para contribuir al esclarecimiento de los hechos que son materia de investigación”, señaló el coronel en su carta.
Fuentes cercanas al coronel Dávila confirmaron que desde hace varios años el oficial estaba asignado a labores del área de polígrafo y que además estaba asignado a Presidencia.
Sobre la muerte del teniente coronel de la Policía Óscar Dávila Torres ya empiezan a generarse todo tipo de cuestionamientos. Dávila era uno de los uniformados que estaba siendo investigado por el presunto uso irregular del polígrafo durante el interrogatorio que se le practicó a Marelbys Meza, exniñera de la entonces jefa de gabinete, Laura Sarabia.
El coronel se dedicaba a resguardar la seguridad del jefe de Estado a través de la coordinación de la Protección Anticipada de la Presidencia, y a quien habrían encomendado la misión de recuperar el dinero que se le había perdido de su casa a Sarabia, motivo por el que se presume, él decidió acudir a la prueba de polígrafo.
Su cuerpo sin vida fue encontrado en la noche del viernes 9 de junio al interior de la camioneta en mención en la localidad de Teusaquillo, cerca al barrio Palermo, ubicado en la calle 22 con carrera 48. De acuerdo con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, el coronel Dávila tenía un disparo en la cien, lo que le habría ocasionado la muerte.