Gustavo Petro está en Cuba para el cierre del tercer ciclo de diálogos con el ELN

Sobre las 9:00 de la noche del jueves 8 de junio, el presidente Gustavo Petro llegó a Cuba para estar presente en el acto protocolario correspondiente al cierre del tercer ciclo de negociaciones con el ELN y el anuncio del cese al fuego con esa guerrilla.

El jefe de Estado dará a conocer oficialmente la pausa de acciones armadas con la guerrilla activa desde el Centro de Convenciones de La Habana junto con Antonio García, primer comandante del grupo insurgente que llegó el miércoles 7 a la isla.

Petro viajó con una comitiva integrada por el canciller Álvaro Leyva y la senadora María José Pizarro, integrante del equipo negociador del Gobierno nacional.

En la mañana del jueves, el jefe de Estado había anunciado en su cuenta de Twitter que “en las próximas horas” llegaría a la capital cubana para estar junto con la delegación oficial conformada por figuras como Otty Patiño, Iván Cepeda y José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán.

Minutos antes del pronunciamiento de Petro, la mesa de conversaciones pidió a este y a García prorrogar el cierre del tercer ciclo y el anuncio del cese al fuego (que será nacional durante seis meses) para “ultimar detalles de los textos de los Acuerdos de Cuba y sus respectivos protocolos”.

Con ese llamado surgió la duda de si el cese al fuego se iba a anunciar o no. Al respecto, María José Pizarro, integrante del equipo negociador del Gobierno, dijo que el anuncio oficial del inicio de la interrupción de acciones armadas entre el ELN y las fuerzas del Estado sigue en pie.

Al respecto, aclaró en rueda de medios que la dilación fue para efectuar ajustes menores. “Sencillamente, se está ajustando el documento, se están ajustando los protocolos en términos de redacción. Nos han pedido un plazo mientras se realiza ese ajuste. Es muy claro que seguimos adelante, solo es un tema de ajuste de redacción”, dijo la también senadora del Pacto histórico desde el aeropuerto militar Catam, en Bogotá.

Al finalizar el tercer periodo de conversaciones en México, las partes confirmaron el punto de entrega de alivios humanitarios para las comunidades más afectadas por el conflicto armado, pero dejaron bases para el abordaje en La Habana del cese al fuego bilateral y la participación de la sociedad civil en las siguientes fases de negociación.

A comienzos de mayo, Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, indicó en rueda de medios que el objetivo central del ciclo (que duró 35 días) fue acordar una pausa de hostilidades preliminar, pues esta medida no será entendida como un fin del conflicto.

“Nos interesa mucho que funcione al cien por ciento, cero errores, que no sea tan elemental como el del 17 —acordado con motivo de la visita del Papa Francisco a Colombia—, pero tampoco que sea tan pesado y complejo que sea difícil de cumplir”, apuntó Beltrán. En esa medida, advirtió que el trabajo del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación —Mvmv— será clave para definir si la medida será o no prorrogada mientras avanzan los diálogos.

“Un buen cese va a demostrar una capacidad de la mesa para hacer acuerdos con realismo. Eso es lo que va a gobernar esta idea del cese que vamos a trabajar aquí”, agregó sobre la medida que tambaleó a mediados de mayo tras mensajes del presidente Petro contra el grupo insurgente y el reconocimiento político que determinó la reanudación del proceso de paz. Ante ese panorama y las “crisis” que fueron disipadas por integrantes de la delegación del Gobierno (como Iván Cepeda), aseguró que hay que ser “cautelosos” con lo que se menciona en la mesa o fuera de ella.