Andrea Padilla, senadora de Alianza Verde, informó que instauró una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación (FGN) en contra de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), cuyo representante legal es el médico inmunólogo Manuel Elkin Patarroyo.
Los delitos por los cuales instauró la denuncia son maltrato animal y tráfico de animales silvestres, ya que, de acuerdo con la senadora, ha habido irregularidades en la experimentación de la vacuna contra la malaria en más de 7.400 primates.
“Muchos de los procesos de captura, adquisición, experimentación y liberación de animales han estado rodeados por cuestionamientos, irregularidades e incluso denuncias por presunto maltrato animal, tráfico y caza ilegal de animales silvestres”, explicó la senadora en Twitter.
La denunciante asegura que la fundación lleva 40 años maltratando animales y operando sin un comité de ética, el cual está ordenado por la ley colombiana para evitar los excesos contra ellos. Además, señala al Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente (Inderena) y a la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía) de ser cómplices de la Fidic.
Por medio de la denuncia, se pide que 12 personas rindan testimonio, algunas de ellas son exempleados de la Fidic y funcionarios de Corpoamazonía. Además, pide que se compulse copias a la Procuraduría y a la Contraloría para que investiguen a la corporación y al Ministerio de Ambiente.
Investigaciones que pesan sobre la Fidic
De acuerdo con Padilla, Corpoamazonía ha adelantado varios procesos de investigación en contra de la Fidic, los cuales no han tenido resultado. De hecho, según un comunicado emitido por la senadora y compartido por El País, la fundación habría incumplido varios permisos otorgados por Corpoamazonía y, por eso, cuatro procesos de investigación sancionatoria han sido abiertos.
El primer proceso se remite a 2002 por la captura no autorizada de primates de la especie Aotus nancymaae. El comunicado indica que hasta el momento se desconoce en qué va esta investigación.
En 2010 surgió el segundo proceso, el cual terminó en decomisos. Pues, la Fidic excedió la cuota anual de capturas permitida, por eso 60 primates fueron decomisados y, además, le fue impuesta una multa. De acuerdo con el comunicado, este resultado se logró luego de ocho años de investigación.
Ese mismo año, Corpoamazonía dio luz verde a un permiso de captura que pidió la Fidic, a pesar de que la fundación ya estaba siendo investigada. “Corpoamazonía accedió a la solicitud de la Fidic de incluir la especie Aotus nancymaae en el permiso de captura, pese a estar incursa en un proceso de investigación disciplinaria. Este permiso, que hoy es objeto de investigación de la Contraloría y la Procuraduría, se dio haciendo caso omiso a las recomendaciones del Convenio de Cooperación Científica y Tecnológica y el Instituto Von Humboldt, que alertaron sobre el peligro de extinción en el que se encuentra la especie”, explica el comunicado.
En 2011, se abrió un tercer proceso en contra de la fundación, el cual fue iniciado por la directora de la Fundación Entrópica, Ángela Maldonado. Ella denunció que la fundación dirigida por Elkin Patarroyo estaba traficando monos de la especie Aotus nancymaae de manera ilegalmente. Este caso no ha sido resuelto y lleva 10 años abierto.
En 2020, Corpoamazonía también evidenció que la fundación estaba experimentando con animales que estaban en muy malas condiciones físicas. Según la comunicación, la Fidic llevaba un año capturando, experimentando y liberando a especies maltratadas. Además, tampoco contaba con personal veterinario ni con un comité de ética.
El cuarto proceso se registró en 2021 y obedeció a un incumplimiento por parte de la Fidic de una resolución emitida en 2020. Ese mismo año, Corpoamazonía ordenó que se suspendieran las actividades en la fundación debido a que no contaba con veterinarios ni biólogos dentro de su personal. “Además, aprehendió a los animales de la estación experimental y dejó a la Fidic como responsable de su manutención. Sin embargo, no se sabe qué pasó con estos animales”, añade el comunicado.
Finalmente, en 2023 se conoció que 119 primates fueron inoculados con el virus del covid-19, lo cual se hizo sin tener ninguna autorización. Incluso, Corpoamazonía evidenció que 17 de estos animales se fugaron y 46 murieron.