“Juega esta noche las cuatro, las tres y las dos”. Esto le indicó la empleada de la empresa SuperGiros a una beneficiaria que reclamaba los $500.000 que otorga el Gobierno a cierto grupo de personas que se encuentran en condiciones de pobreza o de pobreza extrema.
Enseguida, la cobradora del subsidio refutó las opciones que la chancera le señaló desde su puesto de trabajo y le preguntó si eso lo daba, de manera gratuita, la empresa por retirar el dinero en ese punto de venta, ubicado en un municipio del Magdalena.
“Eso es por el cobro, como nosotros aquí ganamos por venta y el pago no genera venta, entonces nosotros nos ayudamos con los chances”, argumentó la chancera en las indicaciones que le dio a la beneficiaria.
Ante la respuesta de la empleada de SuperGiros, que le precisó que tenía que jugar $10.000 en chance para ayudarse, la mujer se molestó y le dijo que solo podría colaborarle con $2.000; no obstante, la chancera le advirtió que solo podía hacer efectivo el juego de azar por valor de $10.000.
“Eso no es obligación que yo tenga que hacer $10.000 en chance. Tú no puedes decidir por la plata mía, tú me pides colaboración y te estoy colaborando con $ 2.000″, protestó la beneficiaria.
Inmediatamente, la chancera doblegó sus intenciones y comenzó a contar el dinero que le correspondía entregar a la mujer.
“Te salvas, porque pusiste la huella”, refutó la empleada de la empresa de giros que no se aspaventó ante la advertencia que le hizo la usuaria de una posible denuncia por su proceder.
Acto seguido, le hizo la entrega del dinero completo y del recibo de la transacción, y le dijo a la usuaria a que actuara de la manera que más le conviniera.
En Barranquilla: un ladrón ingresó a una casa y abusó de una menor de edad
En la madrugada de este miércoles 7 de junio, un nuevo caso de abuso sexual se registró en la capital del Atlántico, donde una menor de edad fue la nueva víctima de un presunto ladrón que ingresó por una ventana a una casa y violentó a la niña.
El hecho ocurrió en el barrio La Libertad, en el suroccidente de Barranquilla. De acuerdo con la información recopilada por la Policía, la menor, de tan solo nueve años, contó que un ladrón ingresó por la ventana y la amenazó con quitarle la vida si hacía algún tipo de ruido, la abusó sexualmente y huyó de la casa.
Al parecer, el hermano de la menor se levantó y encontró a la pequeña sangrada, de inmediato fue auxiliada y trasladada un centro asistencial de la ciudad. Las autoridades indicaron que frente a este nuevo caso de abuso sexual se encuentra la Policía de Infancia y Adolescencia.
Este caso se registra luego de que el martes 6 de junio se conociera el caso de una menor que fue abusada dentro de un Centro de Desarrollo Infantil (CDI), ubicado en el barrio Carlos Meisel.
El padre de la menor denunció que su hija de cuatro años habría sido víctima de abuso sexual por parte de un docente. Según la denuncia interpuesta, la niña comenzó a sentir dolor en sus partes íntimas y al someterla a exámenes médicos encontraron anomalías.
“Le vieron sus partes y se dieron cuenta de que la niña había sido penetrada”, dijo el padre de la víctima, Edwar Bautista.
La menor les habría contado a sus progenitores que uno de los docentes le practicaba tocamientos y en una cita con la psicóloga identificó al supuesto agresor.
Debido a lo anterior, la comunidad intentó tomar justicia por su propia mano. Un grupo de al menos 500 ciudadanos se dieron cita en la institución educativa y atacaron las instalaciones del CDI en busca del presunto abusador.