En la localidad de Antonio Nariño en Bogotá, los habitantes amanecieron anonadados debido a un ataque sicarial que se registró sobre las 6:30 a. m. en el barrio el Restrepo. La víctima habría sido una mujer de 19 años que recibió varios impactos de bala cuando iba de camino a su lugar de trabajo.
El homicidio ocurrió en un transcurrido sector comercial de calzado cerca a la Iglesia Nuestra Señora de La Valvanera, ubicada en la calle 17 A Sur #21 A 2. Allí transitaba la joven identificada como Luisa Fernanda Parra, quien iba junto a su pareja sentimental.
Según los testimonios del caso, en una moto negra se acercaron hombres fuertemente armados y dispararon en reiteradas ocasiones en contra de la humanidad de Parra, quien terminó en el suelo mientras los sujetos motorizados huyeron entre calles del sector.
Debido a la gravedad de las heridas, la joven perdió la vida, mientras que su pareja sentimental con la que vivía Parra en la localidad de Bosa no recibió ninguna herida. Los sicarios no hurtaron ninguna de las pertenencias de la pareja, por lo que se presume que haya sido un ajustes de cuentas.
Una de las versiones que ronda en el barrio es que posiblemente el ataque habría sido producido por un ‘gota a gota’ o ‘paga diario’, ya que los pequeños comerciantes del sector suelen recurrir a ese tipo de préstamos y las maneras de cobrar las deudas, en algunos casos, son no convencionales y en contra de la ley.
Por el momento, solo se manejan versiones y las autoridades investigan exhaustivamente indicios como el registro de las cámaras de seguridad del sector y testimonios para lograr identificar y ubicar a los asesinos de Parra.
Joven confesó el macabro asesinato de su madrasta
El asesinato de la editora de video Yessica Calvera dejó en shock a la sociedad colombiana. Lo que comenzó con su desaparición durante varias horas, tuvo un desenlace fatal cuando se encontró su cuerpo dentro del apartamento en el que residía en la ciudad de Bogotá.
Al principio las autoridades especularon con que el crimen se produjo durante un intento de robo, pero en cuestión de horas dieron con un primer sospechoso: el hijastro de la mujer, de 16 años de edad y que llevaba viviendo más de ocho viviendo con Yessica luego de que esta contrajera matrimonio con su papá.
Cuando el crimen tuvo lugar, el esposo de Yessica y padre del joven se encontraba fuera del país y no quiso referirse al tema en medios de comunicación. Sin embargo, y citando un familiar cercano a la víctima que pidió guardar su identidad, El Tiempo informó que aparentemente el menor de edad confesó el crimen en la madrugada del 2 de junio sobre las cuatro de la mañana, cuando esta se encontraba dormida y era incapaz de defenderse.
Esta versión, que quedó reflejada en el escrito de acusación que presentó el fiscal del caso ante el juez de control de garantías, el motivo por el que habría cometido el homicidio se relaciona con la negativa de Yessica Calvera a permitirle al joven salir de su casa para encontrarse con la que sería su novia.
La fuente habría señalado que no había una mala relación entre ellos, pero al parecer había un antecedente registrado en comisarías de familia donde el sospechoso expresó que no quería seguir viviendo en ese núcleo familiar y prefería mudarse con sus abuelos paternos, llegando a denunciar “abandono” por parte de sus padres. El colegio donde estudiaba también hizo eco de estos comentarios.
En las últimas horas, El Tiempo reportó que tuvo acceso a la confesión escrita del joven por intermedio de la Fiscalía General de la Nación. La información señala que el joven le propinó unas 20 puñaladas a Yessica, la arrastró al baño en el que se encontró su cuerpo, y trató de encubrir los indicios limpiando los rastros de sangre y escondiendo el arma homicida.
En el documento se detalla:
“Sobre las 4:14 de la madrugada el adolescente sostiene una fuerte discusión con su madrastra porque ella se niega a dejarlo salir con su pareja sentimental, (…) acto seguido, el menor va a la cocina, coge un arma cortopunzante, regresa a la habitación y le propinó múltiples heridas en la cabeza, los ojos, los brazos, el pecho, los glúteos y las piernas”.