Durante las marchas del miércoles 7 de junio en el país, en las que las centrales obreras y sindicales salieron en respaldo a su gobierno y le exigieron al Congreso agilizar en el trámite de las reformas a la salud, pensional y laboral, el presidente de la de la República, Gustavo Petro, hizo una dura advertencia a su gabinete, que ha estado en la mira.
El mandatario de los colombianos, al término de las manifestaciones que en Bogotá tuvieron como punto de encuentro la Plaza de Bolívar, le habló duro a sus ministros. Y les dijo que están para cumplir con su mandato; con lo que pretende conjurar la crisis que se generó por las declaraciones del exembajador de Colombia en Venezuela Armando Benedetti.
“Todo ministro y ministra debe obedecer el mandato popular. Ministro o ministra que no haga caso, se va. Ese es el cumplimiento del programa de Gobierno. Ustedes lo vigilarán”, dijo Petro, en el discurso con el que cerró la jornada en la capital de la República y cumplió con el anuncio de salir a las movilizaciones al lado de sus simpatizantes.
Mensaje a sus seguidores
El jefe de Estado dejó en claro que su gestión está basada en la voluntad popular y que son sus electores los que tienen en sus manos verificar que el plan de gobierno por el que votaron se lleve a cabo.
“El pueblo que eligió al presidente sigue con el presidente y tanto el pueblo como el presidente quieren volver realidad el programa de gobierno por el cual el pueblo votó”, agregó el presidente, quien estuvo acompañado por su esposa, la primera dama Verónica Alcócer, y la vicepresidenta Francia Márquez.
Todo esto, a 10 meses del inicio de su administración y cuando lo dicho por Benedetti, que tras los audios divulgados por la revista Semana y sus posteriores declaraciones al citado medio de comunicación, dejó sobre la mesa el tema de la financiación de su campaña, generó una ola de cuestionamientos acerca del origen de los recursos.
“Ese programa dice que Colombia debe ser una potencia mundial de la vida. Ese programa dice que para ser potencia de la vida, Colombia debe estar en paz, que el objetivo de la paz es el mayor deseo de la sociedad colombiana”, destacó el presidente en su intervención.
Polémicas salidas de su gabinete
Las declaraciones de Petro parecen una remembranza de lo ocurrido el miércoles 26 de abril, cuando hizo el primer “sacudón” de su equipo de ministros y reveló de su cargo a siete titulares de la cartera, entre ellos José Antonio Ocampo, del ministerio de Hacienda; Carolina Corcho, de Salud, y Cecilia López, de Agricultura.
De estas salidas, la que más sorprendió fue la de Ocampo, quien venía de sacar adelante la reforma tributaria en el Congreso; mientras que a Corcho le “pasó factura” el desgaste que generó con algunos de los partidos de la fracturada coalición de Gobierno la discusión de la reforma a la Salud. En el caso de López, su oposición a lo que se conoció como expropiación express del Plan Nacional de Desarrollo terminó minando su estadía en el ministerio.
Tres de los ministros que tenían “opinión propia” en el gabinete, y que siguieron los pasos de Alejandro Gaviria, que el 27 de febrero dejó de ser ministro de Educación, al que le “cobraron” sus posturas críticas con respecto a las reformas que pretendía adelantar el mandatario; en especial la de salud, lo que generó un “choque de trenes” con Corcho.
Por último, en su pronunciamiento, también lanzó dardos a quienes, de acuerdo con su postura, quieren desestabilizarlo. “Me denunciaron para hacer lo de Perú: llevar al presidente a la cárcel y elegir otro Gobierno. Es un golpe de Estado”, indicó Petro, que acotó que el que se atreva a romper la democracia “se encontrará con un gigante: el pueblo”.
“Han dicho, casi que sin ética, que nosotros chuzamos teléfonos. Acaban de allanar otras oficinas de la Presidencia, unas oficinas que ni siquiera pusimos nosotros sino el Gobierno de Santos y Duque. No encontraron una sola máquina de interceptación porque este Gobierno no intercepta a nadie. No mientan”, enfatizó.