A través de un comunicado, la Fiscalía General de la Nación anunció la desarticulación de una red de narcotraficantes identificado como Los Rolex en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander. La organización enviaba cocaína a Venezuela y República Dominicana.
En un trabajo conjunto de la Fiscalía con la Policía Nacional y la DEA (Administración de Control de Drogas) cayeron cinco presuntos integrantes de esta banda criminal que al parecer comercializaba cocaína en Cúcuta y Tibú.
De acuerdo con las autoridades, la captura se llevó a cabo en tres eventos delictivos detectados, en Cúcuta, Neiva y en el sector de Manuel Goya, en República Dominicana. Lo anterior permitió a las incautar más de 335 kilos de cocaína.
Durante el operativo, el ente investigador sometió a medidas cautelares de extinción de dominio “a 19 bienes de esta estructura avaluados en 7 mil millones de pesos. Entre los que se encuentran siete inmuebles urbanos, siete vehículos, cuatro establecimientos comerciales y una sociedad, ubicados en la ciudad de Cúcuta”, señaló la Fiscalía.
Las autoridades también confirmaron que el líder de la organización Edison Galván Monsalve fue detenido junto a sus hermanos Edwin Antonio y Dionel. Además, Luis Fernando Chica Mazo, alias Fercho, quien sería el responsable de prestar seguridad a los cargamentos de cocaína, y Ángel Miro Pérez Ballesteros, alias Sumercé, quien, junto con los Galván, se encargaba de comprar la droga y del transporte de la misma.
Los detenidos fueron imputados por fabricación, tráfico o porte de estupefacientes, concierto para delinquir con fines de narcotráfico, sin embargo, ninguno de ellos aceptó cargos. Tras evaluar el material probatorio, fueron enviados a la cárcel por orden de un juez.
Armada de Colombia detuvo semisumergible que transportaba cocaína en la costa de Pacífico
En medio de las operaciones que adelantan de manera habitual los agentes de la Armada Nacional de Colombia en las diferentes costas del país, en operación del Plan Estratégico “Ayacucho”, oficiales interceptaron un semisumergible de 17 metros de largo que navegaba en aguas del Pacífico sur colombiano y tenía como objetivo llegar a Centroamérica.
Según indicaron las autoridades, el artefacto de color azul era tripulado por tres colombianos y lo detectaron las unidades de la Armada que se encuentran desplegadas en el océano Pacífico, que actuaron de manera ágil una vez se percataron de la presencia del objeto.
En una actuación suicida, los hombres que se encontraban dentro del sumergible intentaron hundirse con la carga al abrir las válvulas de la nave, de tal manera que las autoridades no los capturaran después de fijarse que no pasaron inadvertidos por los marinos, que ya se aproximaban a interceptarlos.
El personal militar impidió que el artefacto se hundiera junto con sus ocupantes y descargó el cargamento que se encontraba en su interior luego de hacer la verificación de la nave ya en altamar. Los agentes hallaron 125 bultos negros, los cuales trasladaron a bordo de un buque de la Armada.
Junto con el cargamento, los tripulantes y el semisumergible fueron llevados hasta el muelle de la Estación Primaria de Guardacostas en el distrito de Tumaco, en Nariño, donde el personal del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) hizo la pruebas de identificación preliminar homologada que confirmaron positivo para clorhidrato de cocaína.
En uno de los cargamentos más grandes de las últimas semanas, las autoridades confirmaron que el hallazgo correspondía a 2.410 kilogramos de clorhidrato de cocaína, razón por la cual los hombres quedaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación, bajo lo establecido en la Ley 1311 de 2009, que hace énfasis en el delito de uso, construcción, comercialización, tenencia y transporte de semisumergibles o sumergibles que decanta en penas que van desde los 6 a los 14 años de prisión.
La Armada de Colombia, que confirmó que el artefacto quedó bajo las autoridades competentes, resaltó el golpe a través de un comunicado de prensa en el cual informaron que lo incautado correspondía a más de USD80 millones (más de $350.000 millones) en mercancía que no llegaron a recibir las estructuras del narcotráfico que delinquen en el país.