El municipio de Nóvita, en el Chocó, sigue siendo epicentro de graves vulneraciones a los derechos humanos por cuenta de enfrentamientos entre grupos armados. Según la Defensoría del Pueblo, hay unas 5.600 personas confinadas en el caso urbano a causa de un paro armado decretado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En el municipio habitan 5.000 personas, pero desde las última semana llegaron otras 600 más que salieron desplazadas de zonas rurales como la zona de El Cajón y el corregimiento de Torra, según informó la alcaldía municipal, debido a enfrentamientos entre esa organización guerrilla contra las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
“El confinamiento se debe al paro armado decretado por el ELN en Nóvita y sus inmediaciones el pasado 27 de mayo, hecho que ha impedido la movilización de las caravanas que tienen como objetivo llevar todo tipo de asistencia humanitaria a las personas en situación de desplazamiento y a las que viven en el casco urbano, familias que también han hecho las veces de receptoras para dar vivienda temporal a quienes tuvieron que dejar abandonados su bienes y enseres”, denunció la Defensoría.
No es fácil llegar hasta el casco urbano de del municipio debido a que no hay transporte fluvial ni terrestre. Una de las razones es que hace 20 días se cayó un puente vehicular en el municipio de Río Iró que continúa colapsado, sin anuncios de intervención.
Las comunidades desplazadas se manifestaron por las calles del municipio en la mañana del sábado 3 de junio con camisetas blancas y carteles en los que pedían paz. “Ya hoy son más de 8 días que el pueblo de Nóvita se encuentra marginado del resto del departamento del Chocó porque un paro armando no permite el tránsito vehicular, ya hay desabastecimiento de alimentos en todo el territorio y la incertidumbre no cesa”, aseguraron.
La Defensoría advirtió que, debido a esa situación y las dificultades para el transporte, la situación podría deteriorarse hasta tornarse lamentable tanto para las personas desplazadas que debieron dejar abandonados sus bienes y enseres, así como de las confinadas en sus viviendas de la cabecera municipal.
“El propósito es lograr abrir un corredor humanitario que permita llevar las ayudas a quienes están en Nóvita. Es imperativo contar con ese paso, la población civil no puede seguir siendo afectada por el accionar indiscriminado de los actores armados ilegales”, convocó la Defensoría del Pueblo.
Desde la entidad hicieron un llamado para que las viviendas y pertenencias de las personas desplazadas fueran protegidas porque quedaron a la deriva en medio de los enfrentamientos del ELN y las AGC. A quienes les pedía cesar acciones contra la población civil y detener el paro.
“Además le solicita al Gobierno Nacional y a la fuerza pública apelar a los medios necesarios para que sea garantizada la libre movilidad en la región del San Juan, en la zona centro sur del departamento del Chocó”, señaló la Defensoría.
La Alcaldía de Nóvita compartió a través de redes sociales la publicación de un medio de comunicación del Chocó, Publimovil, en la que se anunciaba el fin del paro armado de acuerdo con lo informado por un panfleto del ELN que habría sido confirmado a su vez por la Cruz Roja.
Se identificaban como Frente de Guerra Occidental Omar Gómez del ELN y señalaban que lo habían decretado en medio de disputas contra las AGC por el control del territorio. “Les Informamos que damos por finalizado el paro Armado a partir de las 0:00 horas del día 4 de junio del presente Año, a partir de esa hora los pobladores se podrán mover con total normalidad en la región”, decía el comunicado.