El arbitraje semestre a semestre siempre es tema de conversación dentro del Fútbol Profesional Colombiano, pero el torneo apertura de 2023 ha sido uno de los que más ha visto el crecimiento de las polémicas debido a las múltiples falencias que se han presentado en la Liga BetPlay.
Desde la falta de criterio para tomar decisiones en campo, pasando por la ausencia de un sistema propio de cámaras para el VAR, hasta la forma en la que se nombran a los colegiados para ejercer en los partidos, el mundo del arbitraje en el país se ha convertido en un constante dolor de cabeza.
Los aficionados de los equipos seguramente podrán nombrar de memoria las decisiones arbitrales que han afectado a sus clubes y el panorama dentro del deporte parece estar cada vez más oscuro. Esto a falta de soluciones propuestas por las instituciones como la Dimayor o la Federación Colombiana de Fútbol las cuales están encargadas de asegurar que todo se desarrolle de la mejor manera.
Justamente dentro del periodismo deportivo colombiano, han sido varios los participantes activos de la crisis arbitral en el fútbol y han sido pocos los que han tomado la batuta para denunciar los graves problemas existentes sin involucrar opinión al respecto.
Para los aficionados del FPC el poder conocer de primera mano lo que sucede profundamente con el arbitraje es bastante difícil; no obstante, gracias a personas como el periodista Alejandro Pino Calad, han podido recibir una visión más extensa de esta problemática.
Infobae Colombia logró conversar con Calad, uno de los personajes más activos en este tema para conocer por qué cada fin de semana, en vez de que la pelota sea la protagonista, son los árbitros los que captan la luz de los reflectores y no por las razones correctas.
Para iniciar su profundización en la crisis arbitral en Colombia, Pino especificó que la situación general se centra en cuatro aspectos principales: el nivel, la capacitación, la elección de árbitros y el VAR:
“Es un momento bastante complejo para el arbitraje colombiano. No es tan dramático como en los ochenta con las amenazas, secuestros o asesinatos, pero igual es un momento complicado especialmente en varios frentes”.
En primer lugar, para Calad una de las raíces del mal rendimiento del arbitraje en el FPC se da gracias a la combinación de la falta de preparación y capacitación, con la elección intencional de determinados árbitros para cumplir favores internos:
“El arbitraje en Colombia está a cargo de Imer Machado él es la máxima autoridad y este depende de la Federación Colombiana de Fútbol, pero el que termina tomando todas las decisiones a nivel internacional es Óscar Julián Ruiz porque tiene un peso específico en el sistema del arbitraje mundial. Esto genera una especie de corrupción interna, de nepotismo, de favores combinados que hacen que el nivel sea muy malo“.
Nada más sobre este aspecto viene a la mente la elección de Juan Pablo Alba, quien actuó como árbitro central en el partido entre La Equidad y Unión Magdalena que terminó con seis expulsados. Según se desveló Alba es el abogado personal de Machado, director de la Comisión Arbitral del FPC, en su caso de presunto abuso sexual, punto que habría llevado a su elección para ejercer en este compromiso.
Posteriormente, Calad conversó sobre los problemas que se presentan con el VAR, ya que, en los aspectos de la toma de decisiones y la falta de cámaras, este no está ayudando positivamente a la solución en las jugadas polémicas de los partidos:
“Con la llegada del VAR, los árbitros ya no toman decisiones, se lavan las manos. Le están dejando todas las decisiones importantes en los partidos al VAR y dejaron su criterio atrás, dejándole la responsabilidad a un sistema que no es bueno”.
Hace una semana, los aficionados de Millonarios y América de Cali fueron espectadores de este problema en el partido de cuadrangulares perteneciente a la tercera fecha, disputado en el estadio Pascual Guerrero. Allí, el juez central Jorge Duarte fue crucificado por su actuar arbitral tras fallar en la toma de decisión en cuatro de cinco jugadas, en las que en la mayoría el VAR decidió no intervenir y necesitaba contar con su propia capacidad de decisión para hacer lo correcto.
En aquel encuentro, los jugadores Edwin Velasco (América de Cali), Brayan Córdoba (América de Cali) y Andrés Llinás (Millonarios) debieron haber visto la tarjeta roja, pero Duarte no tuvo el poder de decisión suficiente para cumplir con lo que evidentemente fue.
Pino también profundizó en el hecho de que el VAR se desarrolle con el mismo sistema de transmisión televisiva que maneja Win Sports, es muy perjudicial debido a que depende de la tecnología del canal y el día que esta falle también lo va a hacer el sistema. Para el periodista, este sistema debería ser autónomo:
“El VAR internacionalmente se maneja con 14 cámaras, en Colombia es únicamente con 8 por un extraño contrato que firmó en su momento la Dimayor con Mediapro, aunque han venido creciendo con cámaras. El contrato del VAR en Colombia está tan mal hecho que las cámaras del sistema son las mismas de la transmisión televisiva”
El mejor ejemplo de esto se dio hasta en tres ocasiones recientemente. La primera y la más escandalosa se dio en el primer partido de los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay I-2023 entre Deportivo Pasto y Atlético Nacional.
En este el conjunto Verdolaga habría anotado un gol legítimo ante los pastusos, ya que la pelota habría cruzado en totalidad la línea del arco, pero debido a la falta de cámaras en el VAR, los árbitros no pudieron evaluar a profundo la jugada y decidieron no convalidar el tanto. En aquel día, la transmisión del partido no se pudo ejecutar con las 13 cámaras usuales, sino que únicamente se hizo con 6, hecho que dejó más que claro que este sistema necesita tener sus propias cámaras.
Continuando con sus declaraciones Pino Calad precisó que es imperativo que la Federación Colombiana de Fútbol comience a tomar acciones al respecto, no solo al momento de mejorar las prácticas arbitrales, sino también de dar solución a las denuncias, ya que según él, el fútbol colombiano está diseñado para vetar a quienes alzan la voz:
“Tenemos árbitros mal preparados, mal elegidos, mal capacitados y por supuesto el VAR no los ayuda, es por esto que el arbitraje colombiano es un desastre… Necesitamos que la FCF se tome más en serio este tema, porque a este punto las denuncias que hacen sobre la selección de las escarapelas FIFA y los partidos importantes son vergonzosas. Lo grave es que el sistema está hecho para que el que denuncie sea expulsado o vetado. Es un sistema mafioso, la familia y aquí nadie habla, se necesita transparencia”.
Para finalizar y complementar su comentario anterior, uno de los puntos que pueden ser promotores del cambio sería la salida de los directivos dentro de la FCF, empezando por el presidente Ramón Jesurún, si una pieza de aquel sistema corrupto cae, todo desencadenaría un efecto dominó:
“El sistema de por sí es corrupto, no creo que cambie a gran medida tumbando a Jesurún, pero podría ayudar un montón a empezar a transformar el sistema. Esto se va a demorar un buen tiempo, pero primero se tienen que caer ellos”