El próximo 20 de junio finaliza el periodo legislativo y de las tres grandes reformas que propuso el Gobierno no arrancaron ni la pensional ni la laboral, que no han tenido ni siquiera el quorum necesario en las comisiones séptimas de Senado y Cámara para iniciar los debates.
Ante este panorama se prevé que en el tiempo que hace falta es imposible, de acuerdo con los expertos, que se den los debates necesarios con el fin de aprobar estas iniciativas.
Un caso distinto es el de la reforma a la salud, que podrá superar en la segunda semana de junio el segundo debate, y con suerte la tercera discusión en el Senado para que en las sesiones extras solo quede pendiente un debate, sin embargo, este proyecto cuenta con el gran interrogante si contará con el apoyo de los partidos.
La apuesta del Gobierno era aprobar estas tres reformas este semestre y aunque las priorizó por encima de otros proyectos, como los de paz, lo cierto es que no han contado con el avance requerido.
Los analistas señalan que aquí también influyó la salida intempestiva de Roy Barreras, luego de que el Consejo de Estado anulara la elección de quien fuera el presidente del Congreso. Nadie duda de la experiencia del exsenador para acomodar la agenda y empujar las reformas hacia su aprobación.
Por ahora, para el 6 de junio fue citada la plenaria para elegir el nuevo presidente de la Corporación, que se mantendrá en el cargo hasta el próximo 20 de julio. Todo parece indicar que quien ocupará esa silla por estas semanas será el senador Alexander López, del Polo Democrático Alternativo.
“A nosotros nos corresponde hacer la elección del presidente del Senado que terminará las semanas que resten de este periodo. Por tanto, dando los tres días de anticipación, se convoca para el próximo martes a las 3:00 de la tarde para que ante la plenaria del Senado se postulen los candidatos que quieran presidir esta corporación y sea la plenaria la que lo elija y de manera inmediata se le dé posesión del cargo de presidente para que asuma a partir del próximo martes”, anunció Miguel Ángel Pinto, vicepresidente del Senado.
Mientras se nombra un timonel en el Congreso, ya varios funcionarios, comenzando por el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, reconocen que las aprobaciones de las grandes reformas quedarían para el próximo semestre, pero con un gran asterisco y es que el Pacto ya no contará con las presidencias del Senado y la Cámara lo que se traduce en que ya no dependen de sí mismos para manejar la agenda del Congreso.
No solo es cuestión de tiempo
Velasco, que también fue congresista, le dijo a Semana que “es probable que tengamos que convocar a sesiones extraordinarias por una o dos semanas, pero la agenda legislativa se está moviendo. Tenemos respeto con el Congreso, no podemos meter 40 cosas a la vez, ahí van saliendo las reformas. Hasta ahora hemos sacado dos reformas importantes: la tributaria y el Plan Nacional de Desarrollo”.
Pero aunque el tiempo es corto, las reformas también presentan otro gran obstáculo, y es que el Gobierno no contaba con la ruptura de la coalición de partidos como el Liberal, la U y el conservatismo para el impulso de esas iniciativas y las cuentas pueden quedar cortas a la hora de sumar.
A esto se suma que se acercan las elecciones regionales el próximo 29 de octubre y la fecha la ruptura entre los partidos y el Gobierno será más fuerte.
Ante este escenario, sin contar el bajo índice de aceptación con el que cuenta el presidente Petro en la actualidad, se ve muy difícil que las reformas banderas del Gobierno vean una luz al final del túnel.