Debido al poder que tenía Pablo Escobar en Colombia, se afirma que el narcotraficante realizaba fiestas en las que participaban políticos, celebridades de la farándula colombiana y hasta artistas de talla internacional que eran contratados por el líder del Cartel de Medellín para amenizar sus reuniones, algunos de ellos llegaban sin saber que tendrían que cantar para uno de los narcos más importantes del mundo.
Pablo Villanueva Brandan es un reconocido cantante peruano, que a pesar de no ser puertorriqueño, se convirtió en uno de los soneros más exitosos en los años 50, y es recordado por canciones como Pegaso, Tibiri Tabara o A comer lechón, que también fueron muy populares por varios años en Colombia, lo que le valió para ser contratado por Pablo Escobar para una fiesta privada.
Así lo recordó el artista conocido como Melcochita, sobrenombre que recibió en referencia al típico dulce peruano, a quien durante un popular programa llamado El valor de la verdad, le preguntaron si era verdad que el narcotraficante colombiano le había pagado 3.000 dólares por entonar una canción, a lo que Villanueva respondió de manera afirmativa.
“Allá en Colombia pegó una salsa que se llama Pegaso, esa canción es prácticamente un himno en Cali, y vino un colombiano… Me pagaron los pasajes hasta el Hotel Intercontinental, yo no sabía que era para él, estaba en un séptimo piso y faltando ya diez para las doce me suben al noveno piso y era un salón con puros cisnes de hielo”.
Melchochita afirmó que ahí fue cuando descubrió que había sido contratado por Pablo Escobar porque el hijo del narcotraficante, Juan Pablo Escobar quien hoy es conocido como Sebastián Marroquín, era fan de su música, principalmente de la canción Pegaso, por lo que cuando el narcotraficante lo presento en la fiesta el pequeño se emocionó.
“Cuando lo vi, él habló en inglés y el conjunto Niche empezó a tocar, el niño se paró, era hincha, fue una sorpresa”.
Sin embargo, el cantante afirmó que el fanatismo del hijo de Pablo Escobar por poco le cuesta la vida, ya que el pequeño se subió a la tarima para acompañarlo en los coros de Pegaso, y tras terminar la canción, el líder del Cartel de Medellín le pregunto al artista qué tal cantaba su hijo, a lo que esté tuvo que mentir por miedo a ser asesinado.
“El niño se baja a hacer coros, cantaba más feo. Escobar con dos guardaespaldas me pregunta “qué tal canta el nieto” y le digo “lindo canta”, porque si le decía no, me hubieran faltado agujeros para que me metan balas”.
Pablo Villanueva afirmó que la fiesta a la que asistió parecía ser el cumpleaños del hijo de Escobar, quien tendría para ese entonces alrededor de siete años, sin embargo, el artista no se percató que estaba en una reunión del narcotraficante, sino hasta que evidencio el número de hombres armados presentes.
“Él tendría al menos unos siete años, pero era hincha. Me di cuenta (que era Pablo Escobar) cuando vi que el hombre tenía hombres hasta por sospecha y todos con el cañón acá (se señaló el bolsillo de su saco)”.
Melcochita afirmó que esa no fue la única presentación que hizo para narcos en Colombia, ya que además afirmó que en una ocasión lo habían contratado para un criminal importante al que llamo Felipe, revelando que uno de los guardaespaldas le pagó 3.000 dólares por abrazarlo, dinero que luego utilizó para darle de comer a unos niños que se encontró en la calle.
“Cuando iba a dar un concierto, me llaman y me dicen que era el cumpleaños del señor Felipe, un narco bravo de Colombia, que me conocía y que vaya a saludarlo. Me llevaron, me abrazó y cuando acabé el guardaespaldas me dio un sobre con 3.000 dólares”.
Además, el artista peruano contó que en una de sus presentaciones para narcotraficantes colombianos le ofrecieron llevar drogas, a lo que él se negó afirmando que de esa forma habían caído varios cantantes.
“Me dijeron: “Lleva esta maleta y te ganas 50.000 dólares”. Yo les dije que no. Puedo pasar una o dos veces, pero luego te pescan, por eso muchos artistas caían. Cuando uno llega a Estados Unidos desde Perú y Colombia, te revisan todo”.