Por qué Bogotá eligió a los chinos de Sinovac para crear una fábrica de vacunas en la capital

La farmacéutica Sinovac tendría que responder de presentarse fallas en el proceso productivo

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En la tarde del miércoles 31 de mayo, la alcaldesa Claudia López anunció que el socio principal de la nueva fábrica de vacunas, que abrirá sus puertas en Bogotá para el año 2026, será la farmacéutica china Sinovac.

BogotáBio, como nombraron la iniciativa, le costará a la ciudad 354.000 millones de pesos (unos 79,6 millones de dólares), y hará de Colombia el cuarto país de la región con capacidad local para producir vacunas, junto a Brasil, Cuba y Argentina.

De ahí que, en entrevista para Blu Radio, el secretario de Salud de la ciudad, Alejandro Gómez, celebrara el anuncio que se dio luego de un proceso en el que participaron 15 firmas internacionales.

Y es que, según dijo, “la producción de vacunas es hoy un asunto de grandes ligas empresariales” y “quienes participan de esos procesos son empresas de muchísimas resonancia y categoría”.

Se trata de una decisión difícil que, tras un proceso extenso, calificado por evaluadores “que no pertenecen ni a la Secretaria de Salud, ni a ninguna de las entidades que están participando en el tema”, terminó favoreciendo a la farmacéutica china Sinovac, “como el socio privado y estratégico de nuestro proyecto”.

Explicó que si bien entendieron que “era imperativo retornar o recuperar la capacidad que tuvo nuestro país de producción de biológicos” la decisión “tenía que pasar por un principio de realidad. Y en el tiempo que las dejamos de hacer perdimos el Know-how (saber hacer) de esto cómo se hacía. Por eso se hace necesaria la presencia de un socio estratégico, desde el punto de vista privado”.

¿A qué se compromete Sinovac como socio de BogotáBio?

Según explicó el jefe local de la cartera de salud, con la decisión de los evaluadores, Sinovac se compromete a:

1.”Acompañar todo el proceso, el montaje de la fábrica, de la planta. Como nosotros no teneos una planta similar en Colombia o en Bogotá, pues ellos nos tienen que decir cómo se construye. Cuál es el proceso que tenemos que comprar, la maquinaria que se tiene que dar, el edificio cómo tiene que ser”.

2. “La transferencia del Know-how, la producción, del punto número uno hasta el punto número 100, cuando menos tres biológicos. Es lo que se puso en los términos de referencia. Uno de ellos debe ser un biológico contra el Covid y los otros dos deberían ser biológicos que estén incluidos en el plan ampliado de inmunizaciones que tiene Colombia. En este caso se trata de la Hepatitis A y de la varicela”, detalló para el medio citado.

3. “Nos sirven de respaldo, porque se va a constituir un contrato con la nación de compra anticipada de los productos que va a generar nuestra fábrica de vacunas. Entonces si hubiera algún problema en todo ese proceso productico, pues esta gran fabrica que es Sinovac traería el biológico que haga falta para honrar la responsabilidad que vamos a adquirir con el Gobierno Nacional”.

4. “El tema de las licencias tienen toda la importancia en este tipo de industrias” así que “las licencias que se generen a partir de la producción de estas tres, casi cuatro, porque también ofrecieron la de poliomielitis, serán propiedad de nuestra fabrica”.

Adelantándose al futuro

Gómez, al igual que la alcaldesa López, lamentó que en 2002 dejarán de producirse vacunas en el país, entendiendo que, aunque la pandemia por covid-19 es la más reciente, seguramente, no será la última.

Según dijo, el proyecto BogotáBio “nos prepara, sin duda, y es otra de las razones de orden político, de orden táctico que tiene que tomar el país de tener mejores competencias para enfrentar esa pandemia” porque “el asunto de una nueva pandemia no es si vendrá o no, sino cuándo y de qué gravedad será”.

Y es que el covid puso en la agenda gubernamental la seguridad sanitaria y la farmacéutica como una prioridad, no solo para la ciudad, sino para el país, sobre todo con casos como el de la India que, a pesar de ser el país que más produce vacunas en el mundo, “fue uno de los últimos en vacunar a su población”, al hacer de los biológicos un bien de mercado, que se venden al mejor postor.

Una realidad de la que buscan alejarse, produciendo entre cinco y diez millones de vacunas por año –dependiendo de la demanda– con un “portafolio de vacunas muy interesante, que son necesarias en este momento, que son costosas en este momento en el mercado y que” ofrece como socio privado, la farmacéutica china Sinovac.

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