Diego Felipe Becerra era un joven grafitero que en la noche del 19 de agosto de 2011 perdió la vida tras recibir un impacto de bala en el área lumbar de su espalda junto con otro disparo en su hombro. Becerra, de 16 años, fue trasladado a la Clínica Shaio, en donde fue despedido por su familia.
Debido a estos hechos, el 6 de febrero de 2023, luego de 12 años de investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación, el ente judicial confirmó la acusación formal al general en retiro Francisco Patiño Fonseca de ser el presunto responsable de los delitos de favorecimiento y fraude procesal.
Según los hechos presentados por miembros de la Policía Metropolitana de Bogotá, esa noche Diego Felipe intentó escapar de las autoridades luego de asaltar un bus de servicio público y, esa fue la razón por la que el entonces patrullero Wilmer Antonio Alarcón Vargas le disparó.
Tras las indagaciones adelantadas por la Fiscalía, se logró establecer que la pistola que fue encontrada en el lugar, junto con algunos testimonios con los que se buscaba inculpar a Diego Felipe de haber cometido el asalto, fueron arreglados para hacer coincidir las versiones y proteger al expatrullero Alarcón Vargas.
Por tal motivo, según el reporte del ente acusador, un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia señaló que, con el fin de proteger a Wilmer Antonio Alarcón Vargas, que accionó su arma de dotación contra la humanidad de Becerra, se presentaron muchas actuaciones irregulares con las que se buscaba, entre otros, desprestigiar a la víctima.
Es por esto que la Fiscalía indicó que el general en retiro Francisco Patiño Fonseca estaría involucrado en el plan orquestado por algunos miembros de la Policía Nacional con el que se pretendía ocultar la verdad sobre la muerte de Diego Becerra.
Entre las diferentes pruebas que presentó la entidad, se encontraba que el entonces comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá estaría al tanto de la ubicación, de manera intencional, del arma de fuego en la escena del crimen para intentar inculpar a Diego.
También se conoció que Patiño Fonseca tendría conocimiento de un falso testimonio que fue entregado por el conductor de una buseta de servicio público en la que se perpetró el supuesto robo en el que habría participado Diego.
Es por esto que, la Fiscalía señaló en su momento que el juicio en contra del general en retiro sería llevado por la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia.
Luego de la acusación, se estableció que si la Policía cumple con lo pactado por el Gobierno con la familia del artista callejero, tendrá que establecerse una línea educativa de Derechos Humanos.
De esta manera, la Comisión Interamericana ordenó restituir el buen nombre del grafitero Diego Becerra, y para empezar con el proceso la Policía deberá realizar una rueda de prensa para pedir perdón a su familia por el asesinato y el montaje del que el joven Becerra fue objeto.
Por otro lado, una vez al año las autoridades deberán otorgarle un diploma con el nombre de la víctima a los policías que sean más respetuosos de la memoria de las víctimas y sobre todo con los derechos humanos.
Cabe mencionar que en este caso estuvieron involucrados al entonces comandante General Francisco Patiño; tres coroneles; un teniente oficial; tres patrulleros; un abogado; y dos falsos testigos que fueron utilizados para ocultar los hechos en esta conspiración del menor.
Finalmente, el caso de Diego Felipe Becerra será incluido en los currículos de los programas de formación de la Policía Nacional, en el estudio de casos lecciones aprendidas.