Según el listado publicado por el Consejo Noruego de Refugiados (NRC), el recurrente desplazamiento forzado que vive Colombia y la creciente migración de extranjeros, fueron los detonantes para ubicar al país en el tercer lugar del ranking mundial de las crisis humanitarias más desatendidas del mundo, solo por debajo de Burkina Faso y República Democrática del Congo, ambas en África occidental y central, respectivamente.
Y es que, según la NRC, dentro de los criterios por los que la ONG tomó la determinación de incluir al país en el podium, se ubican la falta de financiación, de atención mediática y carencia de iniciativas políticas y diplomáticas internacionales. Asimismo, la organización reveló que en 2022, el número de personas desplazadas asociadas con el conflicto y la violencia en Colombia fue uno de los más altos en más de una década. Para finales de 2022, las cifras mostraban a 4,8 millones de personas en situación de desplazamiento como consecuencia de las acciones violentas de grupos ilegales.
Pero estas no serían las únicas razones para incluir al país en la lista. Según Giovanni Rizzo, director de NRC en Colombia, “La clasificación de Colombia, como la tercera crisis más desatendida del mundo, pone en evidencia el incremento de las necesidades humanitarias a medida que el prolongado conflicto sigue desplazando a miles de personas. Al mismo tiempo, Colombia acoge a cerca de 2,5 millones de personas venezolanas que huyen de la creciente crisis humanitaria de ese país”.
Otro de los argumentos de la ONG lo dio la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que alertó sobre las cerca de 6 millones de personas en Colombia, que siguen viviendo bajo la influencia de actores armados no estatales. “Esta desatención no es inevitable, es una elección. En el país hay 7,7 millones de personas con necesidades humanitarias y es muy preocupante que los donantes internacionales solo financien un poco más de un tercio de los fondos necesarios para cubrir las necesidades más básicas de la población”, enfatizó Rizzo.
Por otra parte, según lo informó NRC, la financiación total del plan de respuesta humanitaria de Colombia fue de 108 millones de USD en 2022, de los 282 millones de USD solicitados, lo que hace que la respuesta solo esté financiada en un 38%. Con la inclusión del país en el ranking, esperan recibir más apoyo de entidades que permitan establecer planes de acción y mecanismos de reacción ante los nuevos acontecimientos del país, entre los que resaltan los recientes hechos de violencia por parte de disidencias de las Farc, y los enfrentamientos con el ELN. El reporte también destaca la escasa cobertura mediática sobre asuntos relacionados con el desplazamiento en Colombia.
Colombia no sería el único agregado en el registro de la ONG. Según informó la entidad, El Salvador y Venezuela completan la cuota por Latinoamérica. En el caso del país dirigido por Nicolás Maduro, esta no es la primera vez que aparece en el ranking, y este año se ubicó en el quinto lugar. La principal motivación de la organización para incluirlo sería la crisis política, que no es nueva, lo que ha generado desplazamientos masivos y la terminación de relaciones diplomáticas.
“A pesar de algunos acontecimientos recientes y positivos en Venezuela, como la apertura de las fronteras con los países vecinos, millones de personas siguen sintiendo el peso de la desatención. La gente está atrapada en situaciones terribles, debatiéndose entre huir de la violencia o soportar la pobreza extrema, sin saber con certeza cuál será su próxima comida y sin poder pagar el alquiler”, dijo Alba Gutiérrez García, directora de país de NRC en Venezuela.
Por su parte, El Salvador, que ocupa el noveno puesto de la lista, también se enfrenta a una grave crisis humanitaria que permanece relativamente desapercibida en todo el mundo. Según lo cuenta el documento, a pesar de la situación en Centroamérica, el mundo sigue mirando hacia otro lado, lo que ha desencadenado en la falta de financiación por parte de donantes internaciones, que ayuden a cubrir las necesidades básicas de las personas en graves situaciones de carácter humanitario.