Manizales, Medellín, Valledupar y comunidades indígenas de La Guajira, son el foco de las cámaras internacionales debido a la grabación de América Express Rumanía, un concurso en el que parejas deben superar una serie de pruebas y tienen que arreglárselas para subsistir sin dinero y sin importar la barrera del idioma.
“Diez parejas de estrellas están listas para embarcarse en la aventura de sus vidas, en el reality show más duro de Rumania. América Express los llevará por la Ruta Dorada, en un recorrido de más de 7.000 kilómetros, que pasa por México, Guatemala y Colombia”, dice la descripción del programa en sus redes sociales.
Por su parte Romic Ociu, uno de los participantes del programa, declaró: “(El show) ha despertado cosas interesantes en mí. Colombia, Ecuador, Argentina, me parece extraordinario que se puedan ver desde otra perspectiva y no como la de un mero turista”.
Gran parte de las grabaciones del programa se llevaron a cabo en la red de ecoparques de Manizales, principalmente el Bosque Popular El Prado, que tiene una extensión de 53 hectáreas con características de selva húmeda tropical, adicionalmente está ubicado a 3 kilómetros del centro de Manizales, por lo que es el escenario ideal para el reality show rumano.
Dentro de sus instalaciones, el Bosque Popular El Prado tiene innumerable escenarios de esparcimiento, entre los que se destacan espacios deportivos para la práctica de natación, tenis, fútbol, voleibol playa, baloncesto, golf, motocrós, downhill, skate park, BMX, patinaje, calistenia, aeróbicos y moto velocidad. Lo que enamoró a los productores europeos, que buscarán resaltar la combinación urbana y ambiental del escenario en su programa.
Otro de los escenarios manizaleños para el desarrollo del programa es el Ecoparque Los Alcázares Arenillo, localizado en el suroccidente de la capital caldense. En este lugar se enseñan prácticas de agricultura permanente y el avistamiento de aves; siendo uno de los lugares de Colombia que más gusta entre los especialistas en la materia.
El Ecoparque Los Yarumos también fue epicentro de las aventuras rumanas. Este lugar con más de 50 hectáreas de bosque con especies como yarumos, balsos, encenillos, hortensias, lirios o bailarines se convirtió en un gran set de grabación de dicho programa.
Dentro de sus instalaciones, Los Yarumos cuenta con el Centro Interactivo Bioma, en el que los participantes del programe pudieron conocer más acerca de los fenómenos naturales como temblores y huracanes, los avances de la realidad virtual en Manizales y el comportamiento de microorganismos.
Durante su estancia en Medellín, los participantes tuvieron que deambular por diferentes barrios de la capital antioqueña buscando hospedaje y comida.
David Trujillo, periodista del medio KienyKe, hospedó a una de las parejas y declaró: “Van por diferentes barrios de Medellín superando pruebas en un intercambio cultural muy interesante. Yo me los encontré en la Floresta y fue lindo ayudarlos en la primera prueba”.
El medio reseña que Alexandru Lacob, integrante del Team Maiia, declaró: “Somos una pareja, venimos de Rumania. Estamos buscando una cama para pasar la noche, nos quitaron los celulares, las tarjetas, el dinero. No tenemos nada”.
“Tocamos varias puertas, muchos ni siquiera nos abrieron, aunque sentíamos que había gente adentro. Caminamos aproximadamente ocho cuadras, nos llamó la atención que una de las casas tenía un vidrio roto, aparentemente por un disparo. Allí preferimos no tocar”, le dijo Lulia Albu, pareja de Lacob, a KienyKe.
Además de Manizales y Medellín, el programa rumano tuvo grabaciones en diferentes ciudades de la Costa Caribe colombiana como Valledupar y La Guajira, donde los participantes tuvieron que actuar con la población y adaptarse a sus culturas, tocando instrumentos como la caja y la guacharaca, cantando vallenatos, conviviendo con las comunidades wayuu, usando prendas como la manta guajira, el sombrero guajiro y el sombrero vueltiao.
Durante su estancia en la costa norte de Colombia, la producción de América Express Rumanía tuvo una labor social en las comunidades impartiendo clases de rumano en los colegios y apoyando la educación y alimentación de las comunidades en las que fueron acogidos.