General que comanda búsqueda de niños perdidos en Guaviare rompió en llanto en televisión: “Se arruga el alma”

Pedro Sánchez, comandante del Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, no pudo contener las lágrimas al referirse a las labores de rescate

El general Pedro Sánchez, comandante del Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, lloró al hablar de los avances de la Operación Esperanza. Foto @NoticiasRCN/Twitter

Se cumplieron 30 días desde que la avioneta de matrículas HK-2803, que cubría la Araracuara (Amazonas) y San José del Guaviare, se estrelló con siete personas a bordo, entre ellas cuatro menores de edad: Lesly Jacobombaire Mucutuy, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9; Tien Noriel Ranoque Mucutuy, de 4, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, quien ya cumplió un año.

Y pese a los múltiples esfuerzos de más de un centenar de miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército Nacional y un puñado de indígenas de diferentes comunidades, aún no se ha dado con el paradero de los menores.

Aunque se hallaron nuevas huellas frescas y rastros de frutas que permiten pensar que aún siguen con vida, deambulando por la zona, pasan los días sin que los pequeños retornen a sus hogares.

El general Pedro Sánchez, comandante del Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, es el hombre encargado de liderar las actividades de búsqueda de los infantes, quienes se accidentaron el primero de mayo. Y pese a que está dedicado día y noche en esta misión, la que considera la más importante de su vida, todavía no ha cantado victoria.

Emotivo momento

En entrevista con Noticias RCN, el alto oficial se quebró ante las cámaras y no pudo contener las lágrimas; al recordar que el menor de los niños, la niña Cristin, tiene la misma edad que uno de sus hijos.

“Sentimos como si fueran nuestros propios hijos. Cuando me imagino que el 26 de mayo cumplió un año la bebé Cristin, miraba la foto de mi hijo y me digo: Dios mío, los tenemos que encontrar”, dijo el general Sánchez. Y, acto después, estalló en llanto, girando su rostro para no mostrarse débil ante los televidentes que seguían la emisión central de este informativo.

Este fue el momento exacto en el que el general Pedro Sánchez del Ejército Nacional estalla en llanto ante las cámaras, al referirse al balance de la Operación Esperanza. Foto @NoticiasRCN/Twitter

Luego, tras tomar un respiro y contenerse, confesó que siente impotencia por no tener noticias sobre el rescate de los menores. “A uno se le arruga el alma. A veces se siente esa impotencia de cómo podemos encontrarlos”, confesó el comandante.

Trató de darle ánimo

Al ver la conmovedora escena, la presentadora del noticiero, Johana Amaya, trató de darle ánimo al oficial y a sus hombres, quienes siguen en la lucha contra las adversas condiciones climáticas y de vegetación que imperan en esta región del país y que ha complicado las labores de búsqueda de los niños. Además de la amenaza de animales salvajes y, lo más preocupante, la presencia de las disidencias de las Farc.

“Son humanos, por supuesto que sí. Son esos hombres y esos uniformados que llevan un mes allá, en la selva. Y así como a usted se le quiebra la voz, general, a mí también, tengo que decirlo, porque llevamos un mes con la esperanza de encontrarlos con vida”, dijo Amaya, a quien también se le entrecortó la voz.

Para tratar de alimentar a la distancia a los menores, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) preparó kits de emergencia con la esperanza de que sean encontrados por los niños y puedan nutrirse en estas agrestes condiciones.

Mientras tanto, desde el Puesto de Mando Unificado (PMU) instalado en San José del Guaviare, se analiza la zona y se diseñan estrategias para hallar a los menores, quienes han dejado algunas pistas, según el Ejército, a medida que avanzan en su marcha.

“Estamos llevando unas cintas con la palabra «peligro», en las cuales estamos demarcando unos puntos que llamamos nosotros obstáculos naturales, los estamos llamando líneas guía. A esa línea guía le estamos colgando silbatos en las cintas mismas para que en el área de operaciones, si los pequeños llegan a encontrarlos, logren hacernos señales auditivas para nosotros poderlos escuchar”, manifestó.