Amores y odios. Eso despertó en la clase política del país el anuncio del presidente Gustavo Petro, quien dio a conocer que Colombia se reintegrará a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). El anuncio lo hizo desde Brasil, en su participación de la cumbre de jefes de Estado convocada por su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
De los primeros en oponerse a esa iniciativa fue el expresidente Iván Duque, quien no solo venció a Petro en las elecciones del 2018, sino que también retiró al país de ese mecanismo latinoamericano bajo el argumento que defendían el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
“En 2018 retiramos a Colombia de UNASUR por ser un organismo servil a la Dictadura de Maduro. Ese proceso se perfeccionó en 2019. Para reingresar hay que hacer todo el trámite de ley en el Congreso y de control en la Corte Constitucional. Ojalá nuestras instituciones estén a la altura e impidan que Colombia sea cómplice del sátrapa que ha arruinado a todo su pueblo”, aseveró el exmandatario uribista.
En diálogos con medios de comunicación volvió a cuestionar la iniciativa de su sucesor en el Gobierno nacional y, otra vez, reiteró que Unasur presuntamente guardó silencio frente a la sistemática violación de los derechos humanos en la nación vecina.
“Unasur era una organización que pintaba como un instrumento de verdadera integración tratando de unir a Mercosur con la comunidad Andina de Naciones, pero Unasur terminó convirtiéndose en una institución consueta de la dictadura de Venezuela”, aseveró Duque a la emisora W Radio y la sindicó de cometer otros supuestos delitos.
“Guardó silencio a todas las atrocidades y violaciones a derechos humanos, que guardó silencio frente a los corredores del narcotráfico que Colombia oportunamente denunció. Terminó convirtiéndose en una institución absolutamente ideologizada”, señaló el expresidente, que le pidió al Congreso que no respalde a Petro en esa idea.
Por el contrario, hubo algunos políticos que se mostraron emocionados porque Colombia se reintegre a ese mecanismo de cooperación internacional. Algunos aliados de Gustavo Petro fueron de los primeros en celebrar esta decisión a la que Duque dijo que Petro debía pedirle permiso a la Corte Constitucional y al Congreso para materializarla.
“Unasur junto con Alianza Pacifico han sido los escenarios de concertación más eficaces en términos de programas y trabajo interministerial entre todos los diferentes espacios de integración latinoamericana. Bienvenida su reactivación! Liderazgo en acción”, aseveró en Twitter el expresidente del Senado Roy Barreras, quien se unió a las felicitaciones de sus pasados compañeros congresistas como el de María Fernanda Carrascal, representante.
“Qué alegría tan infinita. Estábamos esperando esto, excelente decisión, presidente Petro. Los retos transnacionales solo podemos afrontarlos integrados regionalmente. Unidos somos más fuertes. Volver a Unasur es vital”, dijo la congresista del Pacto Histórico.
El embajador de Colombia en Argentina, Camilo Romero, también destacó la decisión del jefe de Estado: “¡La integración latinoamericana tiene que pasar del discurso a la realidad! Gran anuncio el retorno de Colombia a UNASUR, un espacio que nació para impulsar la integración, no para ahondar diferencias. ¡Tenemos todo para aportar juntos al mundo!”, trinó el diplomático y exgobernador de Nariño.
Incluso, hubo otro expresidente que, contrario a Duque, sí felicitó a Petro por el reintegrar a la nación a ese mecanismo. Se trata de Ernesto Samper, quien consideró que “vale la pena” que Colombia entre otra vez a esa organización porque “nunca habíamos estado tan desintegrados como en la época de la pandemia y nunca habíamos necesitado tanta reintegración con en esta época”, dijo el exmandatario a W Radio.
“Nosotros desbaratamos Unasur en momentos que se presentó la pandemia y esto explica cifras tan lamentables como que el 32% de las muertes de la pandemia se dieron en Sudamérica porque cerramos el Instituto de Salud de Unasur, abandonamos las campañas que teníamos contra las epidemias”, señaló Samper.