En la madrugada del pasado domingo 28 de mayo fue encontrado el cuerpo sin vida de Slobodan Marjanovic, un hombre serbio de 40 años, ultimado a tiros en la zona de Don Jaca, sector rural de Santa Marta.
Según las primeras versiones, el hombre fue baleado y posteriormente arrojado desde un vehículo en la Ruta al Sol, que desde Santa Marta conduce hasta el municipio de Ciénaga (Magdalena). El cuerpo sin vida fue encontrado por lugareños, que escucharon tres disparos y luego vieron salir un carro del lugar donde hallaron el cuerpo minutos después.
Durante la inspección del occiso, las autoridades encontraron una manilla de registro que pertenece a un hotel del balneario El Rodadero, se encontraba hospedada la víctima. Según las primeras indagaciones de las autoridades, Marjanovic llevaba algunos días hospedado en el hotel y había alquilado un vehículo particular para conocer los lugares turísticos de Santa Marta.
Al parecer, mientras el extranjero se movilizaba por las carreteras del Magdalena, habría sido interceptado por una banda de atracadores, que lo sometieron, le hurtaron los objetos de valor y el dinero en efectivo que llevaba y procedieron a quitarle la vida.
Los investigadores siguen las pistas del misterioso crimen, revisan los videos de seguridad del hotel donde estaba hospedado y trabajan en el esclarecimiento de los hechos. La Policía indicó que se iniciaron los procesos de contacto con las autoridades consulares serbias para notificar a la familia del fallecido y brindarles apoyo en el traslado del cuerpo.
Otros dos homicidios en Santa Marta
La violencia en la capital del Magdalena no cesa, anoche fueron encontrados dos nuevos cuerpos sin vida en la troncal Caribe, vía que de Santa Marta conduce al municipio de Palomino, perteneciente a La Guajira.
Las víctimas fueron identificadas como Silvio Rodríguez y Johan Rodríguez, tío y sobrino respectivamente, quienes se dedicaban al transporte intermunicipal justamente cubriendo la ruta Santa Marta-Palomino.
Según la hipótesis que se maneja, hombres armados bajaron al conductor y ayudante de un bus, y los ultimaron a bala. Los cuerpos sin vida fueron encontrados con tiros de gracia a la altura de la cabeza, una de las víctimas fue atada de manos y pies y los victimarios dejaron a su lado un cartel que decía “por sapo”.
Este modus operandi es característico de los grupos paramilitares que tienen presencia en el sector, los cuales fueron sindicados como principales sospechosos del crimen.
Cabe recordar que en el Magdalena se libra una guerra territorial entre las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, que se dedican principalmente a la extorsión; el Clan del Golfo, que además de cobrar ‘vacunas’ intenta hacerse con las rutas del narcotráfico y el ELN, que tiene bajo su control gran parte de la subregión del Magdalena Medio.
Precisamente el ELN reconoció el secuestro de cinco pescadores en la subregión en mención, hace 15 días. El grupo guerrillero alega que las personas fueron secuestradas porque delinquían en los municipios de Yondó y Barrancabermeja, así como en Antioquia y Santander.
“El 13 de mayo unidades del Frente de Guerra Darío Ramírez Castro en el ejercicio de patrullaje y control, en el sector Caño Rasquiña, capturan a cinco miembros de bandas y distribuidores de drogas”, declaró el ELN y aseveró que los pescadores tenían nexos con los paramilitares.
El grupo guerrillero informó que los privados de la libertad son Edgar Steve Segovia, Fernando Álvarez, Manuel Pedroza, Joider Javier Rivera y Vladimir Hernández, quien durante el rapto portaba un arma de fuego y fue herido. El ELN confirmó que está mediando la liberación de los secuestrados con la Iglesia católica y la Defensoría del Pueblo.