Nuevas denuncias de irrespeto a la identidad y orientación sexual ocurridas en una institución educativa se hicieron públicas en el país. En esta ocasión, el establecimiento que se ve involucrado es el colegio femenino de Medellín San Juan Bosco de Belén. De acuerdo con lo que revelaron las estudiantes, hay una persecución en su contra, no solo por temas relacionados a su sexualidad, sino también al color de su piel.
Estudiantes actuales y exalumnas que aseguran ser o haber sido víctimas de diferentes personas vinculadas al colegio, subieron a redes sociales videos en los que expusieron sus casos. Según revelan, en aquella institución académica se ha puesto sobre la mesa de debate, entre otras cosas, la realización de terapias de conversión para ‘ayudar’ a quienes, según las directivas, se encuentran ‘desviadas’.
A las denuncias de homofobia se suma que las directivas, en diferentes ocasiones, fueron o han sido partícipes de actos racistas, entre ellos, pedirles a jóvenes y niñas afro ‘peinarse mejor’ para que eviten llevar al natural su cabello, usualmente ondulado o rizo. Desde el colegio femenino de Medellín San Juan Bosco de Belén, al parecer, se menciona que este estilo de cabello no combina o no va bien con el uniforme.
En las decenas de denuncias se detalla, además, que en aquella institución se ha llegado a agredir de manera emocional a las estudiantes, tanto así, que algunas de ellas terminaron teniendo cuadros de ansiedad. Se añade, además, que las alumnas, según las acusaciones, serían culpabilizadas por tener trastornos mentales, pues, según las directivas, los padecimientos de ansiedad u otras sintomatologías son consecuencia de no leer la biblia.
“Estudié en el San Juan Bosco muchos años, el proceso de crecer y descubrir mis gustos, mi sexualidad y mi personalidad mientras estudiaba allá era cada vez peor. Fui víctima de acoso y discriminación de parte de las directivas por mucho tiempo”, se lee en uno de los múltiples testimonios en contra de la institución académica.
“También maltratan emocional y psicológicamente a los estudiantes, a mi me ha pasado, sufro de ansiedad y lo único que hacen es decirme que tengo que rezar, si leyera la biblia no me pasaría eso, o que es mi culpa por ser como soy”, añadió otra.
A modo de respuesta, y para atender la situación, el personero William Yeffer Vivas decidió visitar el colegio y aseguró que el establecimiento tenía que ser sometido a una “intervención con el Observatorio de Mujeres Diversidades Sexuales y de Género, el Grupo de Asuntos Étnicos, Migrantes y Refugiados; de igual manera, se realizará una vigilancia preventiva”. Según destacó, la capital antioqueña debe convertirse en ”la ciudad de la diversidad, la inclusión y la vigencia de derechos”.
El colegio, por su parte, aseguró que se ha tratado de trabajar para, de manera satisfactoria, respetar los derechos de sus estudiantes.
“No es un secreto que desde hace varios años hemos tenido algunas niñas que han expresado su libre elección sexual, sin que nunca se les haya negado el derecho a la educación, ni dado un trato diferencial; por el contrario, hemos actuado con ellas y sus familias desde la comprensión y el apoyo brindándoles el acompañamiento permanente, a fin de garantizar no solo por parte de las directivas y docentes cada uno de sus derechos; sino por parte de todos los miembros de la comunidad educativa”, destacó el colegio.
Según la institución, los relatos de las estudiantes y exalumnas sobre el colegio están lleno de “blasfemias, injurias y calumnias”. En el comunicado, la institución le pide a la comunidad ‘prudencia’ y ‘mesura’ en lo que corresponde a compartir información en redes sociales sobre el colegio. “No tenemos en absoluto ningún ánimo de silenciar u ocultar comportamientos censurables”, concluye el comunicado.