En 2005 los colombianos conocieron la historia de la familia Reyes, una novela que mostraba cómo a una peculiar familia humilde le cambió la vida y comenzó a vivir anécdotas propias de la clase adinerada del país. De la producción hicieron parte reconocidos actores como, por ejemplo, Enrique Carriazo, Diego Trujillo, Geraldine Zivic, Jackeline Arenal y Julián Román.
En la novela, Julián Román tuvo un papel fundamental, pues fue el encargado de darle vida al joven amante del reguetón y de los carros, Leonardo Reyes. Aunque su actuación fue todo un éxito, Julián tuvo que hacer varios sacrificios para poder interpretar al hijo mayor de Edilberto.
Así lo dio a conocer en una entrevista para el canal de YouTube Por La Ventana Podcast, en el que habló de su vida actoral y de las experiencias que ha tenido que vivir en su trayectoria, entre esas, algunas curiosidades de su papel como Leo Reyes como, por ejemplo, que no le gustaba el reguetón, pero tuvo que aprender a tolerarlo para el desarrollo del personaje.
“Marica, yo no podía con el reguetón y cuando hice esa novela me tocó escuchármelo todo”.
En la historia de la familia Reyes, Leonardo era un amante de los carros y de los piques, por lo que su vida estaba dedicada a arreglar vehículos y engallar su propio carro para poder competir. En ese mundo, conoció al hijo del enemigo de su papá, Santi Iriarte, que mantenía una relación con María del Pilar Valenzuela Godoy, más conocida como la Pilarica.
Como era de esperarse, Leonardo se declaró enemigo de Santi Iriarte y se encargó de enamorar a la Pilarica, pues desde que la vio quedó completamente flechado por la pareja de su rival, por lo que no dudó en preparar una de las canciones más icónicas de la serie Mi diosa coronada.
Esa canción le dio reconocimiento a nivel nacional a Leo Reyes, pero lo que nadie sabía era que Julián Román, como persona, odiaba el reguetón, por lo que tuvo que aprender a tolerarlo y a entender que es un movimiento cultural gigante.
“Eso es lo bacano de esta profesión, por ejemplo, ahí me di cuenta que si se las quiere dar de artista uno no puede estar negando movimientos culturales tan hijueputas como el reguetón, eso es un movimiento el malparido”.
Julián es un amante del rock, por lo que no tenía mucha paciencia para las canciones del género urbano que le tocaba interpretar como Leonardo, entre las razones que compartió el actor se encuentran que todas las canciones de reguetón le suenan igual, esto puede ser porque Román se calificó como un cucho.
“Usted escucha el reguetón y usted dice, ¿quién es este?, pero como que todos cantan igual, como que es el mismo beat, es que yo ya soy cucho marica, yo ya tengo 46 años”.
Pero, la experiencia que le dejó a Julián darle vida al divertido Leonardo Reyes fue más allá aprender a tolerar géneros musicales que no escuchaba, pues también se dio cuenta de que no podía dejar que los personajes lo afectaran, por lo que no debía juzgar al personaje que va a interpretar.
“Uno como actor no puede juzgar porque si usted juzga un personaje ya la está cagando, por ejemplo, cuando hice lo de Carlos Castaño, marica yo tengo un lío personal y fundamental contra esos movimientos paramilitares, me parece que eso es la degradación de una sociedad, tener que llegar a confiar en grupos paramilitares como pasó aquí en Colombia, y cuando hice Carlos Castaño yo dije, yo no puedo tomar partido porque la voy a cagar”.