La mañana del 27 de agosto de 2014 el personal del exclusivo hotel El Nogal en Bogotá encontró al huésped de la habitación 23 muerto sobre su cama. El misterio del fallecimiento del empresario mexicano Luis Fernando Campos Yannelli sin violencia se fue resolviendo con el tiempo en un largo proceso judicial que tiene al exgerente del club al borde de ir a la cárcel.
Campos Yannelli tenía 42 años y era licenciado de sistemas computacionales en administración de la Universidad del Valle de México. Se había desempeñado en varias compañías del sector en su país como Kio Networds en la que era el encargado de negocios con socios externos en Latinoamérica.
En ese cargo se dio el viaje a Colombia. Su objetivo era encontrarse para adelantar negocios con socios en el país, entre ellos Efraín Enrique Soler Rojas, quien lo invitó. Este, como socio del club El Nogal, les hizo la reserva de habitaciones en calidad de invitados a Campos Yannelli y a Felipe Sánchez Treviño, pues de otra forma no se habrían podido hospedar en las lujosas instalaciones exclusivas para socios.
Ambos mexicanos llegaron el 25 de agosto a Bogotá y se instalaron en las habitaciones del hotel, pero ese primer sucedió un signo de alerta. Luis Fernando y su colega visitaron al médico porque tenía vómito y cefalea, síntomas que fueron interpretados como una afectación por la altura, aunque a ambas capitales las diferencian unos 300 metros.
No fue el único, otros huéspedes como el director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda de entonces, Carlos Andrés Torres, quien solía hospedarse en el hotel, también sufrió síntomas similares por los días en los que estuvo hospedado Campos Yannelli, como le contó a Noticias Caracol.
El empresario mexicano, además, no tenía enfermedades. “Era un hombre sano, no fumaba, no tomaba, no se desvelaba”, manifestó su padre Luis Fernando Campos Lobo. Él se había convertido en el sustento de su familia, quienes celebraban el éxito que había alcanzado su hijo, por lo que esa afectación fue reconocida en el proceso judicial posterior.
La primera familiar en conocer la muerte fue su hermana, a quien llamaron desde Bogotá para informarle. El deceso ocurrió entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de agosto. Este habría sido encontrado por el personal del hotel sobre las 7:45 de la mañana acostado sobre la cama, con los pies sobresaliendo, aunque parecía dormido.
Cuando los conserjes advirtieron que el huésped estaba mal, habrían notificado a la enfermera de turno. Esta, como lo consignó en el acta oficial, lo encontró ya sin signos vitales y con “equimosis de lado derecho”, un moretón que indica que había pasado tiempo en la misma posición después de la muerte.
Ese día se había reunido la junta directiva, pero no se trató la muerte ocurrida en la mañana. Fue hasta el día siguiente en una sesión extraordinaria en la que se informó, como indicó El Tiempo en su momento, que se había contratado una firma de abogados y de comunicaciones para atender la situación. Un hecho que causó sorpresa porque en situaciones similares, lo primero era expedir un comunicado de condolencias.
En los primeros meses se empezaron a conocer rumores entre los socios, filtrados a los medios de comunicación, de que la muerte podría haber ocurrido por un escape de monóxido de carbono, dada una fuga muy cerca de la habitación del empresario mexicano, quien murió intoxicado.
El dictamen de Medicina Legal cuatro meses después confirmó la causa del deceso. Sin embargo, los abogados del exclusivo club trataron de desvirtuar la hipótesis con varios alegatos, incluso contrataron a un médico del mismo Instituto judicial, una prueba que fue declarada ilícita.
El proceso judicial se ha extendido por casi siete años. En 2020 el Juzgado Tercero Civil emitió sentencia condenatoria en contra del club El Nogal porque se demostró que habían conocido de las irregularidades de los ductos de las calderas de la lavandería, días antes del deceso por un mantenimiento general que reportó la anomalía. Además, la firma encargada no tenía contrato vigente para finales de agosto, pero aún así fue llamada al día siguiente de la muerte para realizar la reparación de la fuga que había provocado altos niveles de monóxido en la habitación.
“Se demostró el hecho atribuible a la demandada, que consiste en la existencia de un orificio en el ducto de la chimenea o las modificaciones de la chimenea por la instalación de una tubería, sumada a la falta de mantenimiento de aquellas instalaciones, para la época de los hechos”, señaló el juez que falló una multa de 2.300 millones de pesos en favor de los familiares de Campos Yannelli, emitida en marzo de 2023.
La más reciente decisión es la imputación de cargos en contra del gerente de entonces del club, Luis Fernando Vargas junto a Ricardo Andrés Muñoz Rojas, jefe de Electromecánica para la época de los hechos y, Juan Casadiego Sepúlveda, exdirector de Mantenimiento, quienes según la Fiscalía estarían relacionados con la muerte.
Sin embargo, el caso prescribe en agosto, cuando se cumplirán siete años del fallecimiento. Las víctimas, mientras tanto, esperan que los miembros de la junta directiva también sean vinculados al proceso que iniciará la Fiscalía.