JEP solicitó información a las autoridades por un posible regreso de “Macaco” a actividades criminales

Al igual que Salvatore Mancuso, Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, espera tener una oportunidad para ser admitido en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por su actuar dentro del conflicto armado en calidad de comandante del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

La decisión de escuchar al exparamilitar en audiencia única de verdad (similar a Mancuso Gómez) podría tomarse en las próximas semanas; pero mientras tanto, el tribunal de justicia transicional solicitó a las autoridades si este habría cometido actos criminales después de la firma del Acuerdo Final de Paz (2016); pues si bien está recluido en una cárcel de Itagüí, un informe conocido por El Espectador reveló que estaría ligado a la estructura criminal La Cordillera, principal señalada de perpetrar el asesinato de Lucas Villa y de planear un atentado contra el presidente Gustavo Petro.

Luego de la posesión de Petro como primer mandatario de Colombia, varios grupos armados y excomandantes paramilitares anunciaron su respaldo a la ambiciosa propuesta (hoy política de Estado) de Paz Total. Entre esos últimos estuvo Macaco, quien se sumó a las mesas de paz lideradas por internos de las cárceles La Picota y El Buen Pastor. Ese fue el primer espaldarazo del otrora comandante paramilitar a la propuesta de pacificación nacional respaldada actualmente por el Gobierno nacional.

En diciembre de 2022, el coordinador nacional de la Corporación Villa de la Esperanza, que hacía acompañamiento a exguerrilleros y antiguos paramilitares en esas mesas, dijo que las intenciones de Jiménez Naranjo estaban centradas en convertirse en mediador o gestor de paz para interceder ante grupos criminales que busquen el desmantelamiento y la dejación de armas.

“Lo que se busca es que Carlos Mario Jiménez sea gestor de paz, no solamente está representando los presos de Itagüí, está representando los presos a nivel nacional de los que fueron desmovilizados de las autodefensas”, dijo Arias a finales de ese año.

El supuesto retorno de Macaco a la actividad ilegal quedó estipulado en un informe de inteligencia conocido en primera instancia por El Espectador y sobre el cual la JEP tomó medidas. De acuerdo con el portal investigativo Verdad Abierta, el tribunal creado tras la firma del Acuerdo Final de Paz pidió a las direcciones de Policía y Fiscalía, y el Comando General de las Fuerzas Militares esclarecer si el exparamilitar está vinculado a procesos por delitos relacionados con La Cordillera en los últimos seis años.

En ese sentido, se espera que en los primeros días de junio la JEP decida si escuchar o no a Jiménez, pues ante lo expuesto en el informe, varios exparamilitares también involucrados en gestorías de paz mencionaron en un comunicado que Macaco no está involucrado en acciones delictivas tras su desmovilización de las AUC y que continúa defendiendo la Paz Total del Gobierno nacional.

A pesar de esa afirmación, un testigo de la Fiscalía refuerza lo estipulado en el informe de inteligencia. Dicho personaje es Manuel Castañeda, testigo estrella en la fuga de alias Matamba. En una declaración, aseguró que Macaco fue mencionado en un encuentro de cabecillas del Clan del Golfo y que este podría contribuir en un plan de fuga para Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel.

Por su parte, Henry Rodríguez, integrante del equipo de abogados de Jiménez Naranjo aseguró en diálogo con El Tiempo que su apoderado, en caso de ser escuchado por la JEP, hablará sobre el apoyo de figuras sociales y políticas a la financiación de grupos paramilitares. “En efecto, se hablará de política, financiación, narcotráfico y conexiones con agentes del Estado. En el caso de empresas hay nacionales y extranjeras. Es lo único que le puedo anticipar”, indicó al medio citado.

De acuerdo con su versión, solo faltan detalles logísticos para que Macaco sea escuchado al igual que ocurrió con Mancuso; sin embargo, el informe de inteligencia podría reversar dicha diligencia.