Fiscalía de Colombia descubrió red de tráfico de migrantes

La organización operaba trasladando personas desde el territorio nacional hacia México para ingresarlos a Estados Unidos a través de pasos no autorizados

La "Ruta de Oro" usaba la fachada de viajes turísticos a México para mover personas ilegalmente a Estados Unidos. (AP Foto/Gregory Bull)

Tras meses de investigación, la Fiscalía General de la Nación, en operaciones conjuntas con Migración Colombia y la Embajada de los Estados Unidos, identificó una red de tráfico de migrantes que operaba en diferentes ciudades del territorio nacional.

Según lo dio a conocer el ente fiscal, la organización tenía el nombre de Ruta de Oro y utilizaba la fachada de ser una agencia de viajes internacional especializada en diferentes destinos turísticos en México.

Una vez las personas llegaban al país centroamericano, la red se encargaba de buscar los medios necesarios para poder trasladarlas a Estados Unidos por diferentes pasos ilegales que se encuentran en la frontera entre ambos países.

Las autoridades realizaron una serie de operaciones que dieron con la captura de dos hombres y dos mujeres que hacían parte de la estructura delictiva, que contaba con presencia en Bogotá, Bucaramanga y Villavicencio, ciudades desde donde lograron operar clandestinamente durante algunos meses.

Las pruebas entregadas por la Fiscalía indican que las personas retenidas en territorio nacional serían los representantes de alias Abraham, líder de la organización, que reside en México y que habría creado ciertas alianzas en el país con el fin de expandir su negocio.

La red disponía de diferentes oficinas en Floridablanca, Villavicencio y Bogotá, en donde ofrecían paquetes de viajes con todo incluido a destinos como Cancún y Ciudad de México.

Aquellos paquetes que ofrecían ilegalmente tenían un precio que oscilaba entre 8 y 15 millones de pesos para las personas que manifestaran un posible interés en solo viajar al país centroamericano, es decir, que no tuvieran el deseo de cruzar la frontera hacia Estados Unidos de manera ilegal.

Una vez se entablaban las conversaciones con los empleados de las agencias de viajes, los integrantes de la organización establecían comunicación con los interesados, de tal manera que les hicieran saber las verdaderas intenciones.

De expresar su deseo de continuar con el proceso, a las personas que los contactaban por WhatsApp les manifestaban que era necesario el pago de una suma para poderlos ingresar a ciertos grupos de chat privados en donde se brindarían más detalles sobre los pasos a seguir así como las condiciones del traslado hacia México.

Dentro de los requerimientos que se les solicitaban a las personas estaba el conocimiento total de un libreto que debían seguir y que estaba diseñado para que las autoridades migratorias nacionales e internacionales no las detectaran antes de encontrarse con los integrantes de la agrupación en suelo mexicano.

De concretar su llegada, los contactos de Abraham los recibían en las inmediaciones de los aeropuertos y los trasladaban a diferentes hoteles que se establecían antes de viajar.

Tras aguardar algunos días, estas personas eran trasladadas a Mexicali, Tijuana, así como a otras ciudades fronterizas, en donde eran esperados por algunas personas que los guiarían en su paso a Estados Unidos por trochas y zonas desérticas.

El ente fiscal hizo énfasis en que la red, que operaba desde mediados de 2021, habría movido a cientos de personas, entre las que se encontraban familias enteras, con menores de edad y que en su mayoría se encontraban en posiciones muy vulnerables.

Según testimonios, una vez en territorio mexicano, las personas que viajaban eran sometidas a tratos crueles por parte de quienes los recibían, tales como el despojo de sus prendas y algunas de sus pertenencias.

Estas personas retenían los bienes de las víctimas, y posteriormente los llevaban a tiendas y almacenes de las ciudades donde se encontraban para poder venderlas y sacar provecho económicamente.