El terrible nombre por el que conocían a cierto sector de Medellín que involucraba heces fecales

Hoy, según los paisas, es uno de los mejores “vivideros” de la ciudad

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Lorena, al centro occidente de Medellín, luce y huele muy distinto a como lo hacía a principios del siglo XX, y es que, a pesar de tener un recién instalado sistema de acueducto y alcantarillado en la ciudad, este sector de la capital antioqueña aún estaba lejos de cumplir con las condiciones higiénico sanitarias modernas. Al punto en el que, los habitantes de la época lo conocían como “Mierda Caliente”.

Antes de construirse la fábrica de aguardiente de Pepe Sierra, el conjunto residencial ‘Los Pinos’ y la actual plaza de mercado de La América, el camino que entraba y salía de esta zona era utilizado como baño público, por cuanto viajero y campesino pasaba por ahí.

Los transeúntes sabían que tenían que andarse con cuidado, para no dar un paso desafortunado. De ahí que, según el portal informativo MeMedellín: “Entre los habitantes del sector y algunos visitantes comenzaran a nombrar a este lugar como Mierda Caliente; ya que había muchos potreros, con pocas casas. Había vacas y caballos alrededor de la iglesia de La América y el sacerdote cuando visitaba a los feligreses pisaba estiércol de estos animales y, tal vez, de alguno que otro cristiano”.

En realidad, más que un camino, era una carretera de herradura que se habría paso por un inmenso cafetal, que en verano dejaba una estela de polvo y en invierno adoptaba la forma de su nombre tan controversial.

Es difícil de creer, pero el que hoy es considerado uno de los mejores “vivideros” de Medellín, con grandes construcciones y un aspecto tranquilo alguna vez fue un baño público gigantesco, o un campo minado para los viajeros.

Pero esto cambió a partir de 1.939, cuando empezaron a darle forma al barrio Lorena sobre lo que alguna vez fue la hacienda Villa Sofía: “Campesinos, obreros y empleados de ladrilleras aledañas fueron algunos de los primeros vecinos que tuvo el sector. La construcción del barrio fue promovida por la Cooperativa de Habitaciones para Empleados, entidad encargada de gran parte de la construcción del barrio Laureles, con su proyecto de urbanización en los terrenos comprados al señor Luis Arango”.

Antes, de acuerdo con MeMedellín: “Estas tierras que iban desde el corregimiento del América hasta la ciudadela universitaria de La Bolivariana eran un espacio pantanoso y húmedo por la cantidad de quebradas abiertas que había en el tiempo y por lo que derivaba de su antiguo nombre”.

Pero, una vez el terreno fue comprado a una familia adinerada de la época, de apellido Cadavid, empezó a tomar la forma de un vecindario, que a principios de los años cuarenta aun no estaba densamente poblado, pero que, aun así, ya tenía una que otra casucha, fincas de animales, pequeñas fabricas textileras y ladrilleras.

Su transformación fue tal que pasó de llamarse “Mierda Caliente” a “Los Chalets” y, años más tarde, recibió su actual nombre: Lorena. Algunos dicen que por su parecido con la región noreste de Francia. Mientras que, otros aseguran que se debe a que una de las fábricas situadas en la zona llevaba el mismo nombre.

Desde entonces ha cambiado mucho, a pesar de conservar varias de las construcciones originales. Casas grandes de estilo antiguo que han perdurado en el tiempo y hoy le dan un inmenso valor histórico, económico y arquitectónico a Lorena, Los Chalets, Mierda Caliente o como quieran decirle.

“El barrio Lorena en La América es un interesante lugar para contrastar el pasado de Medellín y su realidad actual”, destaca MeMedellín, en su propósito de “conocer el pasado a través de sus curiosidades” como una forma “motivadora de generar interés por la historia”, entre los paisas.

Hoy, según los paisas, es uno de los mejores “vivideros” de la ciudad
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