Día Mundial de la nutrición: recomendaciones para tener una vida saludable

En el Día Mundial de la Nutrición que se conmemora el 28 de mayo es importante tener en cuenta algunos hábitos desde edades tempranas para llevar una vida más saludable y así evitar enfermedades como la obesidad. Durante los primeros años una correcta nutrición en los niños depende de los padres y por ello es necesario incorporar alimentos sanos, menús variados y atractivos y estar al tanto de cuáles son las señales de saciedad para no sobrealimentar.

Para conmemorar esta fecha el Ministerio de Salud y Protección Social presenta recomendaciones desde la etapa cero de vida, con el propósito de llevar una nutrición balanceada; porque alimentarse, no es lo mismo que nutrirse. El primer paso para evitar el sobrepeso es preguntar si recibió o no lactancia materna, al menos, en los primeros seis meses de nacido. La leche materna aporta nutrientes y defensas que el bebé necesita y estos lactantes presentan a largo plazo menos obesidad, asma, diabetes, hipertensión arterial, entre otras enfermedades.

Según Vivian Rocha, coordinadora de Atención Primaria en Salud de Famisanar: “Como padres, no se debe ser ni muy permisivo ni ser muy estricto con la comida. Hay que establecer unos horarios de comidas, así como una tener oferta de alimentos sanos y variados, y los niños y niñas determinan la cantidad a comer, facilitando el autocontrol”.

Para evitar el sobrepeso en la adolescencia y adultez es necesario que entre los 6 y 11 años de vida se incorporen actividades físicas. Cifras de la cartera de Salud dan cuenta de que dos de cada diez niños, entre los 5 y 12 años, tiene un exceso de peso en el país.

Aunque en la infancia se establecen las bases de una buena nutrición, en la adultez también hay cabida para mejorar los hábitos. Según la Encuesta Nacional de Salud Nutricional de 2015, 4 de cada 10 colombianos entre los 18 y 64 años tienen sobrepeso y 2 de cada 10, obesidad. Dentro de los factores de riesgo, que señala el informe, se encuentran los patrones alimentarios.

Algunas de las recomendaciones que pueden facilitar a mejorar los hábitos de alimentación son; consumir alimentos variados y nutritivos a diario incluyendo frutas, verduras, hortalizas, leguminosas, cereales integrales, y proteínas; disminuir el consumo de grasas saturadas evitando el consumo excesivo de galletas, postres, tortas por sus altos contenidos en grasas saturadas y azúcar. También comidas rápidas como pizza, papas fritas, empanadas, pollo frito, perros calientes. Y aumentar el consumo de frutas y verduras.

Según los expertos para tener una alimentación nutritiva es necesario ingerir cinco verduras y frutas al día las cuales aportan vitaminas y minerales necesarios para el sistema inmunológico, así como mantener un balance en el sistema nervioso y previene enfermedades por ser ricas, en su mayoría, en antioxidantes.

Para dar seguimiento al peso corporal es importante medir tanto la estatura como el peso y anotar estos dos datos luego se debe dividir el peso (kgs.) sobre su altura (mts.) al cuadrado. Tenga en cuenta que esta fórmula no aplica a mujeres en estado de embarazo y se debe ajustar si la persona tiene algún grado de edema (retención de líquidos).

Si una persona pesa 64 Kg y mide 1.5 metros: 64 / 1.5 x 1.5 = 28.44. Este dato muestra que el índice de masa corporal (IMC) de la persona (28.44) se encuentra en valores correspondientes a sobrepeso. En el escenario de una persona con peso bajo el (IMC) es menor a 18,5. Para el caso de una persona con peso normal el IMC estará alrededor de 18,5 a 24,9, una persona que tenga sobrepeso tendrá IMC mayor o igual a 25. Quien tienen obesidad tienen el IMC igual o mayor a 30.

• Evite el consumo de bebidas azucaradas: las personas que las consumen habitualmente tienen mayor riesgo de padecer enfermedades como obesidad y diabetes. Es mejor beber agua, en lugar de refrescos y gaseosas.
• Reduzca el consumo de productos altos en sal: no es recomendable consumir de manera frecuente salsas de tomate o mayonesa, además debe evitar los alimentos elaborados con alto contenido de sodio como los enlatados, embutidos, carnes frías y caldos de carne o gallina.
• Incorpore alimentos integrales: no siempre los productos del mercado que dicen ser integrales lo son. Por eso, es recomendable revisar etiquetas, comer cereales enteros como la avena, arroz y quinua.
• Tome medidas para la manipulación de alimentos: lavarse las manos antes de cocinar, después de ir al baño, son esenciales. Asimismo, lavar las frutas y verduras antes de consumirlas, separar los alimentos crudos de los cocinados. Estas medidas permitirán la inocuidad de los alimentos.
• Lactancia materna: una vida saludable inicia con la leche materna. Es el mejor alimento que se le puede dar al bebé desde que nace porque proporciona todos los nutrientes y defensas que necesita para crecer, desarrollarse y evitar las infecciones. Estudios han comprobado que su consumo previene la obesidad en edades más avanzadas.