La pobreza menstrual, o la incapacidad de permitirse productos para la higiene íntima femenina, es un problema grave, especialmente en los países en desarrollo, con el que las niñas y mujeres tienen que lidiar cada mes, y un tema destacado en el Día de la Higiene Menstrual, que se celebra anualmente el 28 de mayo.
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la pobreza menstrual afecta con más dureza a las jóvenes de zonas rurales en los países en desarrollo, donde algunas niñas faltan a la escuela unos cinco días al mes por falta de productos menstruales e instalaciones sanitarias.
Las niñas tienen miedo de manchar su ropa y se convierten en blanco de acoso o abuso, señaló la Unfpa. “Como resultado, la desigualdad de género se amplía; los niños tendrán ventaja, ya que asisten a la escuela más a menudo que las niñas, que tienen más probabilidades de abandonar los estudios”, agregó la agencia.
Desde 2014, el Día de la Higiene Menstrual se celebra el día 28 del quinto mes del año, ya que los ciclos menstruales tienen una duración media de 28 días y las mujeres menstrúan una media de cinco días cada mes.
La salud e higiene menstruales deficientes menoscaban los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas que menstrúan, como el derecho a trabajar e ir a la escuela.
También agrava las desigualdades sociales y económicas. Además, la insuficiencia de recursos para gestionar la menstruación, así como los patrones de exclusión y vergüenza, socavan la dignidad humana. La desigualdad de género, la pobreza extrema, las crisis humanitarias y las tradiciones nocivas pueden amplificar las privaciones y el estigma.
Teniendo esto en cuenta, el lema del Día de la Higiene Menstrual de este año es “hacer de la menstruación un hecho normal de la vida para 2030″, dijo Natalia Kanem, directora ejecutiva del Fondo.
“La primera menstruación de una niña debería ser un hecho feliz de la vida, un signo de mayoría de edad con dignidad”, dijo. “Debería tener acceso a todo lo necesario para comprender y cuidar su cuerpo y asistir a la escuela sin estigma ni vergüenza”, agregó Kanem.
Legislación sobre higiene menstrual en Colombia
A finales de 2022, los congresistas de la comisión séptima de Senado aprobaron el proyecto que garantiza el manejo de la higiene menstrual en el país y se provee de manera gratuita artículos de higiene menstrual a niñas, mujeres y personas menstruantes.
La senadora ponente Lorena Ríos de Colombia Justa y Libres solicitó que en los planteles educativos formen a las niñas adolescentes sobre el periodo menstrual y garantías de los recursos.
De la misma manera, el senador Honorio Miguel Henríquez del Centro Democrático dio su respaldo a la iniciativa e hizo un llamado al Gobierno nacional, con el fin de garantizar los recursos, “para que esto no sea un saludo a la bandera y se convierta en una realidad, ya que este es un derecho adquirido de las mujeres”.
Igualmente, la senadora Ana Paola Agudelo del partido cristiano Mira, afirmó que “lo importante es que la distribución de los artículos para la higiene menstrual sea de manera gratuita”.
Así mismo, la senadora Martha Peralta Epieyú del Movimiento Alternativo Indígena y Social Mais manifestó su preocupación sobre la administración efectiva de los productos para el periodo menstrual, para que se garanticen a las mujeres más necesitadas del país.
Licencia por menstruación
Por otra parte, circula en el Congreso el proyecto de ley que busca la licencia o permiso especial para mujeres y trabajadoras durante el periodo de menstruación, debido a la alteración emocional y física que sufren durante este tiempo.
Durante un debate que se presentó el 29 de abril en el Congreso de la República, la senadora ponente Victoria Sandino Simanca Herrera del Partido Comunes justificó la iniciativa y argumentó: “La ausencia de las jóvenes en las escuelas y colegios por la llegada del ciclo menstrual es una realidad, que amerita una licencia de una vez cada 26 días, la cual debería ser extensiva a las trabajadoras sin perjuicio laboral ni señalamiento de ninguna clase”.
Ante esta propuesta, Ricardo Luque en representación del Ministerio de Salud sostuvo que “no resulta viable instaurar la licencia menstrual como aquí se propone debido a que podría ampliar la brecha de la inasistencia escolar derivada de las prácticas sociales alrededor de la menstruación”.
Entre tanto, la joven y líder estudiantil, Sara Galat Rivera, destacó que hay carencias en materia de educación en comportamiento y salud. “Hay niñas de 15 años que aún no saben cómo usar una toalla higiénica, pero lo peor es que nuestros colegios y escuelas no tienen una infraestructura acorde para que una niña pueda cambiarse o colocarse estos elementos especiales cuando llega este estado de la menstruación”.
Por último, la profesional en medicina María Paula Houghton explicó que “por la situación hormonal se varía el comportamental de la mujer, lo que hace que disminuya su productividad. Aunque expreso que se tienen días de gran productividad, por lo tanto, lo esencial no es castigar a la persona al llegar ese momento de menstruación”.