Harbour Engineering Company (CHEC), una de las empresas chinas que conforman el consorcio al que se le adjudicó la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, está en la mira pública en Uganda luego de que el gobierno de ese país africano anunciara que daría por terminados los contratos con esa compañía, tras años de promesas incumplidas.
El diario ugandés Daily Monitor reveló que la empresa china había sido contratada para adelantar la construcción del proyecto de Ferrocarril de Vía Estándar (SGR, por sus siglas en inglés) que uniría a Kampala, la capital de Uganda, con Malaba, ciudad fronteriza de Kenia. Pero tras siete años, ni la financiación ni la estructuración de las obras se concretaron.
De acuerdo con el citado medio, por lo anterior, el director de Transporte de Uganda, Benon Kajura, le dijo al diario que “después de años de promesas incumplidas”, el gobierno ugandés decidió remplazar la firma china por una empresa turca.
“Firmamos un contrato con una firma china en 2016. La condición era que iban a financiar el proyecto y luego harían la construcción. Siete años después, la financiación no llegaba. Eso es lo que hizo que nos moviéramos en esa dirección”, explicó el alto funcionario ugandés al Daily Monitor.
En diálogo con el mismo medio, el alto funcionario de relaciones públicas del proyecto, el señor David Mugabe, le atribuyó las demoras a la financiación de la iniciativa al no desembolso del monto económico por parte del banco chino Exim Bank.
Ante los incumplimientos de la firma china, el director de Transporte de Uganda develó al citado medio que desde el Gobierno ugandés decidieron prescindir de los contratos y remplazar a la compañía por la empresa turca Yapi Merkezi.
“La ventaja con Yapi es que están haciendo el mismo trabajo en Tanzania; tienen buena experiencia en términos de equipo, personal, mano de obra, y han trabajado antes en otros países africanos, incluyendo Etiopía, Zambia, y han aceptado financiar el proyecto”, señaló Kajura al Daily Monitor.
No es la primera controversia
En el programa ‘El reporte Coronell’ de la W Radio, el periodista Daniel Coronell de hecho recordó que esa no era la primera controversia en la que se veía implicada una de las empresas del consorcio chino al que se le otorgó la concesión para la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá.
De acuerdo con Coronell, debido a las dificultades que tuvo el consorcio chino APCA Transmimetro para pagar un crédito -aparentemente entregado por Exim Bank de China- para la construcción de un puerto en Sri Lanka, el control de la obra terminó pasando a manos del gobierno chino cuando estaba a cargo de la administración local.
“Este caso es uno de los ejemplos más claros del uso ambicioso de préstamos y de recursos de cooperación por parte de China para ganar influencia alrededor del mundo y también de su disposición a la brusquedad a la hora de cobrar”, se lee en una investigación del diario The New York Times, citada por la W Radio.
Xian Metro Company, otra de la empresas pertenecientes al consorcio chino, tampoco ha escapado de los hechos controversiales. De acuerdo con la cadena radial, la compañía se vio implicada en un escándalo de corrupción por el metro de Xian, en China.
“Todo empezó por la denuncia en internet de un empleado de una empresa proveedora de cables. De acuerdo con la publicación Xian Metro venía usando cables de menor calidad para la construcción”, se lee en el reporte de la emisora.
La denuncia tomó tanta fuerza que el representante de la empresa proveedora de cables, Wang Zhiwei, fue condenado a cadena perpetua, reportó la W Radio.