La alcaldesa Claudia López fue contundente el 23 de mayo cuando advirtió que en Bogotá la guerrilla de las FARC incurrió en la práctica de reclutamiento de jóvenes que posteriormente conformarían la denominada Primera Línea.
Claudia López lo afirmó el mismo día que calificó de “errático” e “ingenuo” el accionar del gobierno de Gustavo Petro con relación a su política de paz, y a la forma en la que ha abordado a los grupos armados al margen de la ley.
“A Bogotá hay que cuidarla. Sumapaz no puede volver a ser un corredor de las FARC. No puede ser que después de nueve meses de supuesta paz total lo que tengamos sea más crimen y más inseguridad y más reclutamiento y más asesinatos. Mi solicitud como alcaldesa es que combatan el crimen. En lo que de mi dependa, que ningún Policía se amedrante de combatir a ninguna organización del crimen. En Bogotá no se dialoga con el crimen; se somete al crimen”, indicó el martes de esta semana la alcaldesa López.
En el contexto del Paro Nacional, del que se derivó un estallido social que casi pone en jaque al gobierno de Iván Duque, ya había sido noticia una supuesta financiación de grupos armados para que se infiltraran en las manifestaciones y para instrumentalizar a jóvenes en las protestas, hecho que confirmó hace tres días la mandataria distrital.
”Está verificado. Está siendo investigado y es una de mis solicitudes a la Fiscalía General de la Nación que esos hechos se esclarezcan y que todos esos responsables de haber promovido esa financiación violenta, no solo para destruir y vandalizar a Bogotá, sino para mandarles reclutas a organizaciones criminales, respondan ante la justicia”, señaló López durante la presentación del nuevo Comando Élite.
Esas fueron declaraciones públicas que socializaron todos los medios de comunicación, y a las que se le sumó una investigación hecha por El Tiempo según la cual tanto la Fiscalía como la Defensoría del Pueblo le habrían entregado información clasificada a la alcaldesa de Bogotá en la que se comprobaba la participación de estos grupos armados en procesos de reclutamiento de jóvenes en la ciudad y sus periferias.
Este hecho, precisa El Tiempo, también fue compartido con Gustavo Petro y el Alto consejero para la Paz en febrero de este 2023, y al que asistieron otros alcaldes del país. Aunque ya está documentada y verificada la conexión entre disidencias de las Farc con el reclutamiento de jóvenes en Bogotá, ni la Fiscalía, ni la Defensoría ni la misma alcaldesa se han referido al caso porque, al parecer, temen “dañar las investigaciones en curso”.
Entre las pruebas también está el video publicado en redes sociales de un exmilitante de la Primera Línea que pasó a las filas de las disidencias de las Farc en diciembre de 2022, hecho que dejaría la puerta abierta para confirmar que las denuncias de la alcaldesa López están sustentadas en una realidad que está ocurriendo en la ciudad.
Y es que en el video, publicado por el exsenador Gustavo Bolívar el 16 de diciembre, el joven David Estiven Fernández Soler, de 24 años, miembro de la Primera Línea y consejero de juventud de la localidad de Kennedy, reconoció que se había unido a las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y al proyecto político-militar agrario de los guerrilleros.
Los listados de la Defensoría
Efectivamente hay alertas tempranas, tanto de la Personería de Bogotá como de la Defensoría del Pueblo, que sustentan las denuncias de la alcaldesa.
Por ejemplo, desde el año 2021 ya estaban identificadas 14 localidades donde la población juvenil es susceptible al reclutamiento, y el 31 de mayo la Defensoría en Ciudad Bolívar precisó que las UPZ de El Mochuelo, El Tesoro, Lucero, San Francisco, Jerusalén Arborizadora e Isabel Perdomo, eran las que registraban mayor riesgo de reclutamiento de menores.
En otra de las localidades más complejas en materia de seguridad, la de Usme, se listaron las UPZ del Danubio, Parque Entre Nubes, La Flora, Alfonso López y Gran Yomasa como zonas de alto riesgo, y también figuraron otras dos localidades en donde históricamente han confluido todo tipo de problemáticas socio económicas, además de que son receptoras de todo tipo de violencias del país: Kennedy y Bosa.
De acuerdo con las investigaciones de El Tiempo, específicamente en estas dos localidades las disidencias de las Farc podrían tener injerencia a través de la tercerización de sus acciones por medio de otras estructuras delictivas de menor tamaño. Allí hay zonas focalizadas como Corabastos, Patio Bonito y El Porvenir.
La alerta en Sumapaz
Y, por supuesto, está la alerta en Sumapaz, en donde la comunidad de esa región ha denunciado la aparición de panfletos alusivos a las disidencias del frente 53 de las Farc, que estaría llegando al territorio provenientes del departamento del Meta. La alcaldesa también confirmó que este grupo criminal ya había llegado al Sumapaz.
Aunque la situación en esa región del país todavía es difusa, la Defensoría del Pueblo emitió el 22 de julio de 2022 un Informe de Seguimiento a la Alerta Temprana 010 de 2021 en el que se advierte la llegada a la ciudad capital de un grupo armado de delincuencia organizada, por tanto, “se registra una exacerbación del riesgo derivado de las disputas por el control de los corredores de movilidad de economías ilegales que atraviesan Bogotá”.
Esto llevó a que la alcaldesa hiciera presencia en el territorio a mediados de este mes, a través de un consejo de Seguridad que duró dos días.