Chocó tiene bajos índices de calidad, continuidad y cobertura de servicios públicos: estos fueron los hallazgos

Los datos se dieron a conocer en medio del diálogo “Servicios Públicos por la Vida”, en Quibdó. El encuentro contó con la asistencia de más de 100 personas

El superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios dijo que hay una deuda histórica con los habitantes de Chocó. Cortesía: Superservicios.

La Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios) viajó al Chocó para hacer varias visitas de inspección, en las que pudo identificar falencias en la prestación de servicios.

Fueron tres los municipios que recibieron a la Superservicios para la revisión del acueducto, el alcantarillado y los servicios de aseo y energía; Quibdó, Istmina y Medio Atrato. En el primero, se verificó la instalación de redes para el acueducto de los sectores 18 y 19, así como la ampliación de La Playita, que es la planta de tratamiento de agua potable del territorio.

La Superservicios también visitó el barrio Niño Jesús para ver el avance de las obras de renovación de alcantarillado y el sitio de disposición final de residuos sólidos Marmolejo.

También, visitó las obras inconclusas del acueducto de Istmina y la infraestructura de la ZNI de Beté en la cabecera municipal de Medio Atrato.

Luego de las inspecciones técnicas, la entidad de vigilancia estableció que la prestación de servicios públicos en el departamento presenta bajos índices de calidad, continuidad y cobertura. “La situación de los servicios públicos en Chocó es un ejemplo claro de las debilidades del modelo actual, pues debido a sus características geográficas y la vulnerabilidad económica de una parte importante de sus habitantes, la provisión de los servicios de energía, agua y aseo no son rentables para el sector privado”, señaló el superintendente Dagoberto Quiroga Collazos.

Así lo demuestran las cifras: solo el 56% de los municipios del departamento cuenta con una cobertura de alcantarillado mayor al 90%. Lo mismo pasa con el acueducto; apenas el 67% de su cobertura sobrepasa ese porcentaje.

Además, en más de la mitad de los municipios de Chocó (53%) la calidad del agua puede representar un riesgo para la salud de los lugareños o simplemente no es viable para consumo humano. Pues, el departamento no cuenta con sistemas de tratamiento de aguas residuales en esos lugares.

Por otro lado, en 18 municipios las personas deben disponer de los residuos en un botadero a cielo abierto, lo cual es un problema de salubridad. Y, sumado a esto, Chocó es el segundo departamento de Colombia con más localidades que no están conectadas al sistema eléctrico nacional.

“Necesitamos un nuevo marco normativo que genere las condiciones para el acceso universal a los servicios públicos en regiones como la de Chocó, en donde hasta el momento ni el Estado, ni el sector privado han conseguido hacerlo”, dijo Quiroga, con respecto a los datos revelados.

Cabe resaltar que en marzo de 2023 se presentaron varios casos graves de salud por la contaminación del agua. En el Bajo Baudó, tres niños murieron y otros treinta se enfermaron por consumir agua que carecía de procesos de saneamiento.

“No hay agua potable ni acueducto”, dijo en ese momento el alcalde de Bajo Baudó, Hermenegildo González. Al parecer, los niños, pertenecientes a un resguardo indígena de Buenavista, Unión Pitalito, habían tomado agua del río Sigrisua. Por eso, la Policía confirmó el inicio de una investigación.

Acciones para mejorar los servicios en Chocó

Así las cosas, se concertaron compromisos que busquen mejorar la prestación de los servicios públicos en Chocó. Uno de ellos se centra en viabilizar la reapertura del Punto de Atención Superservicios en Quibdó, así como hacer seguimiento a las obras de alcantarillado que realiza Findeter.

También, se anunció la apertura de la nueva celda de disposición en el relleno sanitario Marmolejo. Esta será capaz de recibir los desechos de Quibdó durante los próximos cinco años.

La Superservicios dijo que se llevarán a cabo acciones conjuntas con otras entidades públicas para solucionar los problemas existentes. Estas estarán orientadas a la inversión y el avance de las obras.

“Desde la superintendencia, estamos trabajando de la mano de Findeter, el Fondo Todos Somos PAZcifico, los ministerios de Hacienda, Vivienda y Energía, así como con las autoridades municipales y departamentales para reactivar muchas de las obras de infraestructura de servicios públicos que hoy se encuentran paralizadas”, explicó el superintendente.