El 24 de mayo del 2023 Colombia conoció el Informe de Reservas y Recursos Contingentes de Hidrocarburos de Colombia de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), insumo con el cual el Gobierno de Gustavo Petro definirá si firma o no nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo y gas.
De acuerdo con este, en 2022 las reservas probadas de petróleo llegaron a 2.074 millones de barriles, lo que significa que hubo un crecimiento de 1,017% (35 millones de barriles) con respecto al año 2021 (2.039 millones de barriles).
Además, la producción de petróleo se ubicó en 275 millones de barriles, lo que indica un crecimiento de seis millones con respecto al año anterior (269 millones de barriles), lo que quiere decir, que habría reservas para 7,5 años.
Con respecto a las reservas probadas de gas, estas se situaron al cierre de 2022 en 2,82 terapiés cúbicos (Tpc), que equivalen a 2,82 trillones de pies cúbicos. Esto quiere decir, que hubo una diferencia de -0,35% con respecto al 2021. La producción de gas comercializado llegó a 0,39 terapíes cúbicos, lo que quiere decir que hay reservas para 7,2 años.
Las cifras no cayeron muy bien para muchos conocedores del sector, ya que las reservas de petróleo bajaron de 7,6 a 7,5 años, mientras que las de gas bajaron de 8 hasta 7,2 años.
Que no se detenga la exploración y explotación
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, llamó la atención del Gobierno nacional para que no detenga la actividad exploratoria y de exploración de estos hidrocarburos.
“Mientras los hogares, los automóviles y buses limpios necesiten gas natural, necesitamos asegurar su abastecimiento. No tiene ningún sentido limitar la exploración para buscar nuevas reservas”, afirmó el dirigente gremial en Twitter.
También apuntó que le llaman la atención las declaraciones en las cuales se quiere dar la impresión de que se tiene gas y se tendrá a pesar de no tener nuevas exploraciones.
“Parecería que se está de acuerdo con el uso del gas, pero no con buscarlo La responsabilidad de hoy con lo que suceda en el futuro es inmensa”, anotó Mac Master.
Recordó que los grandes usuarios de gas natural son los ciudadanos, en los hogares, en el transporte público, lo que quiere decir que no es un problema de los empresarios del país.
Dos noticias: una buena y una mala
El presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, Francisco Lloreda, también opinó al respecto. Dijo que hay dos noticias: una buena y una mala.
La buena, explicó, es que se mantienen las reservas probadas de petróleo con un leve incremento (1,7%) y el aumento de “recursos contingentes” de gas en más de un 50%, descubiertos, pero inviables por el momento por una serie de contingencias técnicas, económicas, infraestructura, entre otras.
La mala noticia, según Lloreda, es la caída del 11% en las reservas probadas de gas natural. Sin embargo, anotó que hay un asunto que es un poco más complejo.
“Cuando los precios son altos se viabilizan algunos proyectos mas costosos. Y cuándo caen se hacen inviables. Ello conduce a lo que se conoce como una ‘reclasificación técnica de reservas’. Hacia arriba o hacia abajo”, anotó.
Indicó que con un precio promedio de USD105 por barril en 2022 era de esperar un mayor incremento en las reservas probadas de petróleo y gas. Precisó que si se recuerda que el precio en 2021 se ubicó en USD70, amerita un mayor análisis: “si este hubiese sido el precio en 2022, las reservas se habrían desplomado”.
Por eso, dijo que el informe debe conducir a una profunda reflexión respecto a si están dadas las condiciones para garantizar la autosuficiencia, la seguridad energética y la triple transición que requiere Colombia, tanto exportadora, como fiscal y energética.
Enfatizó que no es tarde para darle un impulso decidido a los contratos existentes de petróleo y gas, como lo hace el Gobierno para hacer viables los recursos contingentes, y revisar, cómo lo dice el Plan Nacional de Desarrollo (PND), la política de hidrocarburos a futuro.