Sigue la búsqueda de los niños desaparecidos en el Guaviare: Fuerzas Militares e indígenas nukak hallaron nuevos elementos de los menores

En las últimas horas los organismos de búsqueda de las Fuerzas Militares e indígenas nukak que adelantan labores en la selva de Guaviare buscando a los cuatro menores desaparecidos localizaron en dos lugares diferentes elementos como pañales, tenis, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla.

El primer elemento hallado se encontró gracias a una mujer nukak, que iba con otro grupo de indígenas y comandos de las Fuerzas Especiales. Ellos encontraron un par de tenis que por su talla pertenecerían al menor de cuatro años; un pañal usado pequeño y una toalla de color verde. Estos artículos estaban a una distancia de 560 metros al occidente del lugar del accidente aéreo del Cessna 206.

El segundo rastro se localizó por un comando de las Fuerzas Especiales que iban con otros indígenas nukak. Este grupo halló otro pañal, una tapa rosada de un tetero y un marco negro de un celular. Estos estaban a 428 metros de distancia al noroccidente del punto donde el monomotor HK2803 se siniestró.

Por el estado en el que se encontraron los elementos se deduce que los menores habrían estado en el lugar entre el tres y el ocho de mayo aproximadamente, lo que permite deducir que existe la posibilidad de que los cuatro niños hayan salido con vida del accidente y posiblemente no sufrieron heridas abiertas, pues no se encontraron rastros de sangre.

Las Fuerzas Militares continúan con la búsqueda de los niños desaparecidos en la selva del Caquetá y el Guaviare tras cumplirse 24 días desde el registro del accidente de la aeronave y en el marco del avance de las labores en el área de operación las nuevas pistas y los rastros que se descubrieron revelan el camino que presuntamente los menores han recorrido.

Gustavo Narváez, comandante del regimiento de las Fuerzas Especiales del Comando Conjunto de Operaciones Especiales comentó el martes 23 de mayo: “Todos los indicios que hemos encontrado apuntan a que los niños se encuentran solos. Hemos hallado huellas de chanclas pequeñas, rastros de pies descalzos muy pequeños, y todo señala que los niños definitivamente están solos. En ningún momento hemos encontrado huellas de calzado de adultos de gran tamaño”.

Gracias a la evidencia física que se encontró en un primer momento se mantiene la “ilusión de que había vida”, un biberón que supuestamente pertenece a la bebé que encontraron una semana después de la búsqueda. El mismo día también hallaron una fruta -maracuyá- en la zona que piensan se pudieron haber comido y por fin, al final de la noche encontraron la aeronave.

Estaba caída en picado con la punta tocando el frondoso suelo. Los militares creen que los niños se salvaron precisamente porque viajaban en la cola del pequeño avión Cessna 206 según explicó el mayor Jesús Rivera, comandante de las operaciones sobre el terreno. Las Fuerzas Militares y Aeronáutica Civil delimitaron la zona y los días siguientes encontraron un refugio a 3.600 metros de la aeronave donde se podrían haber cobijado y un par de huellas.

El general Pedro Sánchez, comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las FF.MM comentó en entrevista con Caracol Radio que sus hombres han recorrido aproximadamente 660 kilómetros en la selva que representa la distancia entre Bogotá-Popayán. De la mano de los comandos del Oriente, se instaló un helipuerto para que los uniformados pudieran ingresar a la selva.

Respecto a las condiciones que los niños enfrentan en la selva el comandante mencionó que la zona está rodeada de animales salvajes como: jaguares, tigrillos y también, plantas venenosas, tallos con espinas. Además, indicó que la selva también les da esperanza porque los menores crecieron en este entorno, lo que extiende la vía de supervivencia.

El comandante concluyó su intervención mencionando que los 100 kits que fueron dejados en sitios estratégicos para que los niños se alimentaran y dieran alguna señal de vida, han estado intactos: “No hemos visto que lo hayan manipulado, ni hemos escuchado el llanto de un niño ni un bebé a pesar de que hemos utilizado o todos los medios satelitales y espaciales”.