Han pasado 32 meses desde la firma con el consorcio chino Línea 1, encargado de construir la primera línea del metro de Bogotá; sin embargo, a la fecha solo se desarrollan construcciones complementarias, pero aún no se tiene claro cuándo iniciará la construcción de la línea del metro.
Hoy, en una sesión conjunta entre el Concejo de Bogotá y el Congreso de la República se citó a la a la Empresa Metro de Bogotá (EMB), la interventoría y al contratista chino, pero este último no se presentó a la citación para rendir cuentas por los retrasos y la planificación de la obra, que según el contrato debió entregarse a principios del 2023.
“Es preocupante que el Consorcio Metro Línea 1 no cumpla las citaciones que hacemos en la Comisión Accidental para el seguimiento a las obras del metro, ellos están obligados a rendir informe. Tomaremos medidas”, declaró Carolina Arbeláez, representante a la Cámara por Bogotá del partido Cambio Radical.
Entre tanto, en la sesión de hoy se conocieron los avances en la entrega del proyecto y los procesos de sanción contra el concesionario por incumplir el pasado 5 de mayo, con el periodo de prórroga que tenía para presentar todos los estudios a detalle.
En ese orden de ideas, la interventoría de la obre señaló que a la fecha solo el 53 % de los documentos que deben ser aprobados han recibido el concepto de no objeción, el 7 % está en proceso de revisión y el restante está en ajuste, por el consorcio chino.
La Alcaldía de Bogotá había señalado que para mediados de este año esperaba la instalación del primer pilote del viaducto, pero el director de la interventoría del proyecto, Javier Escarpa, declaró al periódico El Espectador: “En algunos documentos vamos por la quinta revisión, lo que lógicamente se sale del presupuesto del contrato y de los plazos determinados. Por esta razón, hubo modificatorios acordados por ambas partes. Al día de hoy no van a cumplir en mayo y vemos preocupación de que cumplan en junio”.
Entre las razones en los retrasos para la entrega de los documentos de la obra, Escarpa resaltó la falta de control en las subcontrataciones del proyecto, el importante cambio de diseño presentado en septiembre del año pasado y la falta de conocimiento del consorcio chino sobre las políticas nacionales.
“Pido a los congresistas que me acompañen en una proposición de insistencia para que nos cuenten lo que está pasando. Si es preciso, acá citaremos al Señor Canciller para que tramite las cartas correspondientes con el Embajador de China”, declaró el senador de Cambio Radical, David Luna.
Hasta corte del 2022, la Alcaldía de Bogotá y el Gobierno nacional habían desembolsado cerca de 3 billones de pesos para la totalidad de la obra, de los cuales 205 mil millones han sido destinados al consorcio chino, razón por la cual la interventoría asegura que los contratistas tienen la liquidez suficiente para cumplir con sus obligaciones.
Pese al oscuro panorama para la obra, la Empresa Metro de Bogotá indicó que pronto se entregarán las instalaciones donde se prefabricarán los pilotes del viaducto de la Línea 1 del metro de Bogotá.
Entre tanto, la Contraloría General de la Nación sigue haciendo seguimiento a la obra. “Estamos adelantando análisis de sobre la posibilidad de modificar el proyecto y se está revisando la entrega de los estudios y diseños del proyecto. Nos preocupa el retraso para obtener la no objeción, lo que podría afectar el desarrollo de las obras”, indicó un vocero de la institución al Espectador.
Finalmente, la senadora Carolina Arbeláez aseveró que a través de la Comisión Primera citarán a la Alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López, y al consorcio chino Metro Línea 1 para que rindan cuentas por los estudios y diseños de ingeniería de detalle de la primera línea de esta mega obra.