Indígenas Emberá Katío se van de Medellín: la inversión en los resguardos superará los mil millones de pesos

866 indígenas regresarán a su resguardo tras haber pactado una serie de acuerdos con la Unidad de Víctimas y la gobernación del Chocó

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En la noche del martes 23 de mayo comenzó el retorno más grande de una comunidad indígena a su territorio que se haya registrado en la historia de Colombia.

Se trata de los 866 indígenas Emberá Katío que las últimas semanas acampaban a las afueras del colegio Héctor Abad Gómez, en el barrio San Lorenzo de Medellín.

Algunos llevaban cuatro meses en la ciudad, pero otros fueron desplazados por la violencia hace cinco años. Y, desde entonces, vivían de limosnas, en inquilinatos o en condición de calle.

El viaje tendrá una escala en Santa Cecilia, Risaralda, y de ahí 30 buses seguirán al resguardo del Alto Andágueda, en un viaje que podría tomar hasta tres días, debido a que también será necesario desplazarse en mula.

De acuerdo con el gerente encargado de Etnias en Medellín, Alexis Mejía Echeverry, la comunidad aceptó el retorno voluntario luego de pactar una serie de acuerdos con la Unidad de Victimas y la gobernación del Chocó.

“Dentro de la oferta frente a las garantías y derechos que ofrece la unidad de víctimas está el apoyo a la sostenibilidad, ayuda de trámites, apoyo sicosocial, un pago y un kit de alimentación”, precisó Mejía, según referencia Blu Radio.

Es así que ya desde el fin de semana empacaron sus pertenencias en cerca de 3.000 costales y 210 maletas, que fueron cargadas en los camiones junto a kits de vivienda, con tejas y herramientas de construcción; kits agrícolas; kits diferenciales, con pañales y teteros para las familias con niños de la primera infancia; kits productivos, con chaquiras e hilos; kits de telas; kits de dotación comunitaria y una dotación completa de instrumentos musicales.

Y es que al menos el 60% de quienes empezaron esta travesía son menores de edad. De ahí que se destinaran 1.086 millones de pesos en ayudas humanitarias para garantizar un entorno digno una vez se reubiquen en sus territorios.

Se espera que el viaje termine el jueves y, de ahí en adelante, según la coordinadora de retornos y reubicaciones de la Unidad de Víctimas, Claudia Segura, se le brindará “apoyo económico a cada familia retornada y al hogar receptor y, posteriormente, otro recurso económico para la sostenibilidad en el territorio”, para garantizar su permanencia en los resguardos y la sostenibilidad del entorno.

“En Medellín no puede haber menores utilizados para la mendicidad”: Daniel Quintero

A finales de febrero un grupo de indígenas Emberá Katío se tomó las instalaciones de la Alcaldía de Medellín luego de que el acalde, Daniel Quintero, se opusiera rotundamente al preacuerdo con el que menores entre los 0 y 2 años podían acompañar a sus madres, mientras se desempeñan como vendedoras ambulantes en Medellín.

Desde un principio, el mandatario fue claro al decir que esto no se permitiría: “no voy ceder: una comunidad indígena (saben que los respeto) me pide que los deje usar sus niños para pedir plata, trabajar, hacer bailes a extranjeros hasta altas horas de la noche. En Medellín esto no está y no estará permitido”.

Sin embargo, el 26 de febrero, voceros de la comunidad indígena, la alcaldía de Medellín, la gobernación de Antioquia, el ICBF, la Unidad para las Victimas, la Procuraduría, la Defensoría y la Personería firmaron un preacuerdo en el que se establecía un horario –lunes a sábados de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde– para que, niños y niñas hasta los dos años pudieran acompañar a sus madres mientras estas ofrecían sus artesanías en las calles.

Pese a esto, el alcalde insistió: “Yo no acepto ningún acuerdo en el que los niños sean instrumentalizados. De ninguna manera. La instrucción que he dado como alcalde es muy clara, no puede haber menores siendo utilizados para la mendicidad en la ciudad, punto. Esa es una decisión clara y puntual”.

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