De acuerdo con las versiones preliminares, al paso de la patrulla de la institución fue activada una carga explosiva que impactó de medio lado el automotor.
Hasta el momento se reporta que entre las víctimas fatales se encuentra un capitán que era el jefe de operaciones especiales, mientras que el comandante de la estación se encuentra herido.
Este hecho se presentó en la entrada a Tibú, en el sector conocido como La Uno, justo cuando un bus de transporte público y una patrulla de la Policía, pasaban por la zona. Además, se conoció que la civil que perdió la vida se encontraba conduciendo una motocicleta y resultó impactada por la explosión.
En imágenes que ya circulan por redes sociales, se puede apreciar que la panorámica del bus quedó totalmente destruida, al igual que la patrulla en la que iban los policías, quienes quedaron tendidos en el piso.
Sin embargo, la explosión fue tan fuerte que destruyó varias líneas de energía, por lo que algunos sectores del municipio quedaron sin electricidad. “Personal de CENS revisa la situación en el casco urbano y desde el centro de control de la compañía”, informó la electrificadora de la región.
Los uniformados heridos fueron trasladados en helicóptero a un centro asistencial en Cúcuta donde son atendidos, por ahora no hay un reporte oficial sobre su estado de salud.
Ante esta situación, la Gobernación de Norte de Santander, rechazó lo sucedido y mencionó que este ataque se realizó horas antes de un consejo de seguridad que se pretendía llevar a cabo con el ministro de Defensa en Tibú, el jueves 25 de mayo.
“Los nortesantandereanos no aguantamos más muertes ni acciones violentas de los grupos armados. Rechazamos los hechos que acabaron con la vida de varias personas en el municipio de Tibú, y que enlutan a sus familias y al departamento que tanto anhela la paz. No es justo que esta población siga siendo víctima de atentados terroristas”, señalaron desde la entidad.
Por su parte, Diego Villamizar, defensor de los derechos humanos en Norte de Santander, condenó el ataque y pidió a las autoridades reforzar la seguridad en la región, teniendo en cuenta que los grupos criminales cada vez toman más fuerza y poder en este departamento.
De igual manera, arremetió este hecho al mencionar que esto es el resultado de un gobierno que ha fortalecido a los grupos al no condicionarlos y suspender las operaciones militares contra sus actividades criminales.
“Duele mucho, ver el deterioro del país en materia de seguridad, nuestra región quedó olvidada, acá la autoridad la tienen los grupos armados, el gobierno debilitó la institucionalidad y limitó el accionar de la Fuerza Pública. Nos preocupa el silencio de la gobernación que no exige acciones contundentes al Gobierno nacional. ¿Dónde están las organizaciones campesinas y defensores de derechos humanos rechazando estos ataques?”, enfatizó Villamizar.
En la zona delinquen el ELN y el Frente 33 de las FARC
La fuerza pública en Norte de Santander se declaró en máxima alerta tras el ataque, ya que, al parecer, la patrulla estaba adelantado una actividad de seguridad sobre el terreno ante la eventual visita del ministro de la Defensa, Iván Velásquez.
Tibú es una de las mayores zonas de concentración con cultivos de matas de coca, en la que hacen presencia la guerrilla del Eln y las disidencias del frente 33 de las Farc al mando de alias Jhon Mechas.
El frente 33 de las disidencias hace parte de la estructura del Estado Mayor Central, al mando de Iván Mordisco, cuyo proceso de acercamiento el Gobierno de Gustavo Petro se suspendió parcialmente - cese al fuego bilateral - tras el asesinato de cuatro menores, integrantes de comunidades indígenas en Caquetá en días pasados. Los menores habían huido del reclutamiento forzado del frente Carolina Ramírez del EMC.