Tiene medida de protección, pero sigue recibiendo amenazas de su expareja por redes sociales: la preocupante denuncia de una mujer en Bogotá

En repetidas ocasiones le ha enseñado un arma y le ha dicho que atacara su rostro para desfigurarlo

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A pesar de contar con una supuesta medida de protección en contra de su expareja, una mujer que, por seguridad, decidió proteger su identidad, denunció que a un año de haberse separado sigue recibiendo amenazas a través de redes sociales, en alguna ocasiones de tortura y en otras de muerte.

A pesar de ser intimidada y golpeada al punto de quedar inconsciente, decidió interponer una denuncia y dar por terminada su relación en el 2022, pero el panorama solo estaba a punto de empeorar, a pesar de que, según comentó en una entrevista concedida para el matutino de Arriba Bogotá, cuando vivía con él:

“Era una persona que me golpeaba; me humillaba; me hacía dormir en el suelo, porque decía que no merecía dormir en la misma cama con él; era una persona que me quitaba el alimento, cada vez que yo cogía un plato de comida la botaba a la basura, porque decía que la había comprado él, no yo; era una persona que, también, me cortaba los servicios públicos; me quitaba el Internet; no me permitía entra al baño y cerrar la puerta; si entraba a bañarme me vigilaba; me mantenía encerrada. El abuso fue constante y por eso yo decido separarme de él”.

Al contactar a las autoridades le otorgaron una medida de protección. Sin embargo, durante el 2023 volvió a buscarla a través de redes sociales, por donde, seguido, le envía fotografías junto a un arma de fuego en las que la amenaza de muerte:

“Efectivamente, desde que me separe de él, el abuso ha continuado, el abuso psicológico, el abuso verbal. Él es una persona que es muy celosa, muy posesiva y desde que se enteró que yo tengo una nueva pareja sentimental, pues esto ha detonado más la violencia de él en contra mía; amenazándome de muerte, haciendo publicas fotos mías en sus redes sociales, también amenazando a mí pareja actual”.

Fue entonces que decidió, nuevamente, ponerse en contacto con las autoridades y decirles que estaba infringiendo la medida de protección. Y ellos le pusieron una sanción por dos saliros mínimos vigentes, a pesar de que en una ocasión le dijo: “que debía comprarme una gorra, porque me iba a dañar el cabello y me iba a dañar la cara. Obviamente temo por mi vida y también por mi integridad física”.

Su llamado, entonces, en medio de la desesperación, es que “le den una sanción ejemplar, porque una multa de dos salarios mínimos no va a detener a una persona que ya me está haciendo amenazas de muerte. No me parece justo que le pongan una multa económica, cuando una persona con esas características y con todas las pruebas que yo he aportado debería estar realmente preso”.

Debido a esto debe estar prevenida en todo lugar: “Cada vez que voy hacia mi lugar de trabajo, al lugar en el que tengo que dejar a mi hija, pues tengo que cambiar de camino. Todos los días. Al salir de mi casa, también, tengo que vigilar las cámaras para comprobar que él no esté fuera y pueda agredirme de alguna manera”.

Y es que, si bien le ofrecieron una casa refugio no está de acuerdo con esta medida; ya que, según dijo al medio citado, no le parece justo “que uno como víctima tenga que huir, tenga que dejar su vida de lado, siendo la ley quien debería castigar a los agresores, debería tenerlos encerrados, porque ¿qué implica irse a una casa refugio? –se pregunta– Básicamente dejar tu vida de lado, dejar tu trabajo. Yo siendo madre soltera no puedo perder mi trabajo. También tengo una responsabilidad que es un arriendo. Tampoco puedo irme y dejar todo tirado, simplemente porque a un agresor no le ponen una medida correctiva ejemplar”, reprochó.

De ahí que lo mínimo que espere recibir de las autoridades después de ser maltratada física, económica y psicológicamente se algo de ayuda, para detener al hombre que la mantuvo alejada de su familia y amigos durante años y evitar otra tragedia como la de Erika Aponte que, también, contaba con una medida de protección.

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