En abril de 2023 el gasto de los hogares decreció 3,3% frente al mismo mes del año pasado, decrecimiento que se da en medio de la leve desaceleración que tuvo la dinámica de la inflación (12,82% interanual).
Según la Gastometría de Raddar, el gasto de los hogares en Colombia en abril de 2023 llegó a $76,4 billones y en los últimos 12 meses se ubicó en $970,8 billones. Este gasto presentó un crecimiento corriente anual de 9,14%; sin embargo, se observa este mes que la dinámica de este gasto corriente sigue una desaceleración.
Este gasto tuvo un cambio de -2,7% en pesos corrientes frente al mes anterior, ya que los hogares tuvieron una inflación mensual de 0,78% y de 12,82% frente al año pasado. Esto causó, de acuerdo con Raddar, que el gasto de los hogares en términos reales haya decrecido 3,45% frente al mes anterior y decrecido 3,3% frente al mismo mes del año pasado.
“La desaceleración del gasto con respecto al mes de marzo puede reflejar que la Semana Santa no llegó a incentivar el gasto de la manera como diversos sectores pudieron llegar a esperarlo”, advirtió la entidad.
La misma indicó que este gasto presentó un crecimiento corriente anual de 9,14%, debido a tres factores. Son los siguientes:
• El bolsillo de los hogares aún se encuentra bastante golpeado por el constante crecimiento de la inflación.
• La temporada vacacional de Semana Santa no trajo los resultados esperados, porque en parte se vio afectada por la crisis de aerolíneas.
• La confianza de los consumidores registró una caída, lo cual afecta el gasto en bienes durables.
Raddar anotó que los hogares tuvieron una inflación mensual de 0,78% y de 12,82% frente al año pasado que causó que el gasto de los hogares en términos reales haya decrecido -2,69% frente al mes anterior y decrecido -3,26% frente al mismo mes del año pasado.
Sin embargo, resaltó que la dinámica del gasto no es igual para todos los hogares, ya que depende del nivel de ingresos la dinámica puede tener variaciones.
“Para este mes de abril se evidenció una caída pronunciada en el gasto real de los hogares de ingresos alto, lo que puede relacionarse con una disminución del ingreso disponible, ya que en abril inició el pago de impuestos y estos hogares pudieron ser lo que hicieron un mayor desembolso en estos”, anotó la entidad.
En contraste, enfatizó que están los hogares de ingresos bajos, quienes, si bien aún registran variaciones negativas del gasto real, evidencian un repunte en la tendencia.
Efectos de la inflación en los hogares
Así mismo en términos de inflación, si bien los hogares de ingresos bajos registran la mayor inflación, destacó que se evidencia que la desaceleración de esta es más marcada para estos hogares y eso en lo posible se deba a la desaceleración de la inflación de la canasta de alimentos para el hogar, ya que esta tiene un mayor peso en el bolsillo de estos hogares.
Raddar también citó que en los últimos meses se vio cómo el precio de la gasolina corriente en el país (promedio de $11.767 por galón en mayo) aumentó de manera continua, lo cual ya se refleja en la inflación de combustibles, debido a que se registra una tendencia alcista desde diciembre del 2022.
También explicó que en la dinámica de colocación de gasto por medio de la tarjeta de crédito se evidencia una leve desaceleración, lo cual puede ser un efecto a la decisión de algunos bancos comerciales de disminuir la tasa de interés de algunas tarjetas de crédito en algunas compras.
Revaluación del peso e influencia en las remesas
Otro punto es el de las remesas de los hogares, la cual pudo haber disminuido por la revaluación del peso colombiano.
“Este mes de abril se ve una leve disminución en el aporte de las remesas al gasto de los hogares, lo que se puede relacionar con la revaluación del peso que hubo durante este mes, ya que eso generó que se diera una menor entrada de dinero a los hogares que reciben remesas”, insistió.
De igual manera, agregó que otro factor que puede influir en el comportamiento del gasto real es el comportamiento de los ingresos de la población ocupada, debido a que se evidencia que en términos reales el ingreso por ocupado se encuentra en terreno negativo.
Algo que puede resultar positivo, enfatizó Raddar, es que la desaceleración de la inflación puede traer consigo una recuperación de los salarios reales.