El lunes 1 de mayo, la avioneta tipo Cessna 206 que cubría la ruta entre los departamentos de Guaviare y Caquetá reportó una falla en el motor mientras sobrevolaba el río Apaporis; luego de ello se perdió contacto con la tripulación conformada por tres adultos y cuatro menores de edad. La Aeronáutica Civil confirmó el hallazgo de la avioneta el pasado 15 de mayo en el área rural de un municipio de Caquetá; así mismo, halló los tres adultos, pero respecto a los niños se tiene absoluta incertidumbre de su paradero.
Es por tal razón que diversos integrantes de las Fuerzas Especiales, junto a personas de comunidades indígenas, están llevando a cabo una exhaustiva acción de búsqueda nombrada Operación Esperanza que pretende encontrar a Lesly Mucutuy (13 años), Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (11 meses), quienes están perdidos en un área selvática aproximada al 80% del tamaño de Bogotá.
Al respecto, Giovanni Yule, director de la (URT) Unidad de Restitución de Tierras y quien ha estado vinculado en la búsqueda de los niños en la Operación Esperanza, aseguró respecto al terreno donde ejecutan las acciones de rastreo que es un territorio denso que contiene mucho significado espiritual para las comunidades ancestrales que habitaron y habitan la zona, por lo que es de suma importancia estar sincronizados con el ambiente:
“Es una selva que no ha sido habitada, es una selva con mucha fuerza espiritual, y cuando ingresan seres humanos, pues tiene una reacción y eso es lo que estamos tratando de armonizar con nuestros mayores espirituales quienes también están acá en el territorio junto con la guardia indígena haciendo el ejercicio”, comentó en los micrófonos de RCN Radio.
El director de la URT se refirió a lo indicado durante la rueda de prensa en la que anunció el comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares la vinculación de comunidades indígenas así como de su cosmogonía para la búsqueda de los cuatro menores.
“Se conjugan o se juntan dos visiones y dos conocimientos: uno que es el conocimiento que tienen las Fuerzas Militares y que tiene que ver con el ejercicio de recorrer el territorio. Pero aquí está el otro conocimiento, el ancestral, el conocimiento tradicional propio de los pueblos indígenas originarios, que tiene que ver con el ejercicio de cómo conversar espiritualmente con la madre selva”, dijo Yule en la emisora radial.
Fue incisivo el director de la Unidad de Restitución de Tierras en asegurar la sincronía con las fuerzas y los espíritus de la selva para poder llevar a cabo la oportuna labor de rastreo: “Como ustedes saben, en la selva está el espíritu del duende, está el espíritu del trueno, el espíritu de los árboles, el espíritu del agua, y esa conversa debe hacerse antes de ingresar y cuando ya estemos allá debe haber un ejercicio de ritualidad que nos permita contentar a los espíritus para que ellos puedan hacer entrega de los niños”.
Lo afirmado por Giovanni Yule va de la mano con lo señalado por el el general Pedro Sánchez comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales:
“Con el fin de lograr una adecuada articulación vamos a combinar esa capacidad innata y muy elevada que tienen nuestras comunidades indígenas en conocer y entender la selva y se van a ajustar equipos en el que vayan dos de nuestras comunidades indígenas con ocho de nuestros comandos (...) Yo ruego a Dios y pido a todo el universo, a todas las buenas energías que hay en este mundo que al menos en pocas horas no tengamos que tener más personal buscando a los menores”.