Carlos Amaya, exgobernador de Boyacá y copresidente del Partido Verde, respondió a las denuncias en su contra por las supuestas irregularidades que habría detrás de la adquisición de una mansión que estaría a nombre de su suegro, Antonio Miguel Assis. Según él, los alegatos a su nombre son falsos y tienen que ver con un ataque político hacia él, teniendo en cuenta, dice Amaya, las altas posibilidades que tendría de quedarse con la alcaldía de Bogotá.
En la parte más alta de la colina que bordea el lago Sochagota se encuentra la lujosa propiedad. Está construida sobre un lote que tiene un área de 2.547 metros cuadrados. Según la revista Cambio, encargada de recopilar la información, en aquel espacio está dividido en dos casas de dos pisos con cinco parqueaderos. El problema de aquella vivienda tiene que ver con que está construida en un espacio que es considerado, según lo establecido por Corpoboyacá, como una zona protegida.
Antonio Miguel Assis Burgos, suegro de Carlos Amaya, compró, en 100 millones de pesos, el lote en noviembre del 2019, es decir, tan solo diez meses después de que Corpoboyacá definiera que el lago Sochagota se dividiera en 3.278 hectáreas de zona de preservación, 1.142 hectáreas de zona de restauración, 3.433 hectáreas de zona de uso sostenible y 285 hectáreas de zona de uso público. En junio del año 2020, la casa ya tenía un alto avance en su construcción.
A este alegato se sumó que la licencia de construcción tiene como fecha de tramitación y expedición febrero del 2023, es decir, años después de que la vivienda ya estuviera casi lista. “Tengo conocimiento que él está haciendo un hotel en Paipa. No lo conozco, no sé dónde queda, pero me dicen que está haciendo un hotel en Paipa cerca al hotel Estelar (...) es un señor extraordinario, es el abuelo de mis hijos y ellos lo adoran”, dijo Amaya, sobre la propiedad, al ser contactado por el medio de comunicación citado.
“Mi suegro me dijo que él tiene toda la legalidad de su construcción y la trazabilidad de todo el proceso y la financiación. Lo que yo sé al respecto de Paipa es que hay un montón de predios, que yo sepa campesinos, que por una decisión errónea de Corpoboyacá se prohibieron varios usos para el suelo por un DRMI. Esa decisión es equivocada porque hay un montón de campesinos afectados al no poder desarrollar su actividad económica en sus predios. Pero no sabía que esa parte (la zona del lago Sochagota donde está la casa de su suegro) tenía también ese problema. Si a mí me preguntan dónde queda ese predio no podría indicar dónde es. Como me dijeron que es cerca al Estelar supongo que tiene todas las posibilidades de hacerse”, expresó Amaya.
Es importante resaltar que Antonio Miguel Assis Burgos le aportó a Carlos Amaya 40 millones de pesos a su campaña presidencial en 2022.
Otras polémicas de Amaya: el presunto detrimento patrimonial por más de cuatro mil millones de pesos
La Contraloría General investigó la administración de Carlos Amaya, cuando se desempeñó en la Gobernación de Boyacá entre 2016 y 2019. Aunque la Contraloría ordenó desvincular al exgobernador Amaya del proceso de responsabilidad fiscal, se logró recopilar una lista de evidencias que señalaban que hubo un presunto detrimento patrimonial por más de cuatro mil millones de pesos. Este dinero correspondía a un contrato de servicios educativos para la tercera edad en Tunja, entregado a la Fundación Obras y Servicios Sociales de Colombia “S.O.S.” con sede en Lorica, Córdoba.
Así mismo, dentro de las polémicas que han rondado a Amaya, fue durante el año 2019 cuando él y el ahora defensor del Pueblo, Carlos Camargo, comenzaron su relacionamiento político. En octubre de aquel año, Camargo se desempeñaba como director ejecutivo de la Fedegobernadores. Para ese entonces, el funcionario pretendía convertirse en registrador, pero su camino se vio truncado luego de que se le acusara de entregar contratos a personas de su círculo social que podrían interceder por él para llegar al cargo. Según una investigación de Yohir Akerman, Amaya habría intervenido por Camargo.