Enfermera asesina: la mujer confesó haber matado a su amiga y al parecer asesinó a cuatro familiares

Marcela García está condenada por el asesinato de su mejor amiga, pero hay sospecha de que ella fue quien provocó la muerte a algunos parientes cercanos

Al parecer, la mujer habría asesinado a su mejor amiga y a cuatro de sus familiares con el mismo método. Colprensa.

Hay consternación entre los habitantes de Aguachica (Cesar), debido los detalles del crimen cometido por Marcela García, una auxiliar de enfermería que fue condenada a 17 años de prisión por asesinar a su mejor amiga. De acuerdo con el primer informe entregado por Medicina Legal, se determinó que Yoleiny Lobo Gutiérrez había fallecido por un aparente paro cardíaco, resultado que dio lugar a dudas puesto que la joven mujer no tenía ninguna enfermedad o quebranto de salud.

Sin embargo, la familia de la víctima comenzó a dudar de Marcela luego de que varios testigos les dijeran que la vieron salir de la casa a medianoche.

“Inicialmente, pensé que había sido una muerte natural, pero después de hablar con Marcela sospeché que algo más había pasado”, dijo Nelly Lobo a Semana, quien pidió a la Sijín de la Policía investigar con rigurosidad.

Posteriormente, el ente investigador dio a conocer el informe final en el que se estableció que se encontró un pequeño, pero detalle clave dentro de la investigación: en el brazo derecho, justo donde se dobla el codo, tenía un chuzón de aguja, este habría sido realizado por alguien con conocimientos en inyectología. Se determinó que en su cuerpo había una gran dosis de fenotiazina levomepromazina, medicamentos usados para tratar enfermedades mentales. La víctima, según la familia, no padecía este tipo de trastornos.

Detalles de lo sucedido la noche del crimen

Semana reveló que el hecho por el cual fue capturada la mujer ocurrió en 2016, cuando ella le pidió posada a su amiga Yoleiny Lobo Gutiérrez, en el municipio de Aguachica (Cesar), después de que ambas se quedaran sin trabajo, debido a que la empresa en la que laboraban quebró.

Yoleiny vivía con su madre en una humilde casa, que solo tenía una cama; razón por la cual, el día del crimen (16 de abril de 2016), la mamá decidió irse a quedar donde una amiga para que ellas pudieran dormir cómodas. Sin embargo, lo que no esperaba la señora era ver, al otro día, el cadáver de su hija en la cama sin signos de maltrato o tortura. La madre de la víctima salió de la casa a las 7:00 p. m. y fue la última vez que la vio con vida, porque al otro día, cuando llegó a las 8:00 a. m., su hija estaba acostada, como dormida aún con piyama, pero con los labios morados y completamente fría. Diez horas antes había muerto, al parecer, por un paro cardiorrespiratorio.

Marcela (’la enfermera asesina’) llamó a la hermana de la fallecida preguntando por ella, como si no supiera qué estaba pasando. Varios testigos la vieron llegar la noche anterior y salir cerca de la medianoche con un bolso y una especie de pañoleta en la cabeza. Lo que despertó la suspicacia de Nelly Lobo.

Finalmente, las autoridades comenzaron con la búsqueda de Marcela García, de la que no tenían pistas de su ubicación, pero tiempo después la mujer se entregó a la ley. En la diligencia, la enfermera se declaró inocente, aunque después firmó un preacuerdo en el que aceptó el crimen sin dar muchos detalles, según explicó la revista.

Enfermera, al parecer, habría matado a algunos familiares utilizando el mismo método

Yoleiny Lobo no sería la única víctima de Marcela, pues al conocer la situación, la familia comenzó a sospechar de la enfermera, puesto que hubo cuatro muertes de parientes cercanos muy similares al crimen de la joven en Aguachica.

La primera tiene que ver con el hermano de Marcela, quien, en 2013, amaneció muerto en las mismas condiciones que Yolainy. De hecho, en el informe de la Fiscalía General de la Nación se lee que en el cuerpo del joven había la misma sustancia que se encontró en el cadáver de la amiga, tal y como cuenta el medio Semana.

Así como también resulta sospechoso el fallecimiento repentino de un tío político, que necesitaba cuidados paliativos, y que fue cuidado por la enfermera horas antes de su muerte. El hombre habría fallecido por un paro cardíaco y nunca le hicieron una valoración en Medicina Legal debido a su estado de salud.

Situación similar se presentó la esposa de un tío de Marcela, que padecía cáncer, y quien murió en 2010, cuando estaba siendo cuidada por la mujer. La presunta víctima, pese a estar en enferma, estaba presentando una mejoría, pero de repente falleció.

Pero las coincidencias no paran ahí, tres meses antes de la muerte de su hermano, en 2013, Marcela se ofreció para ir a cuidar a su abuela en Ocaña (Norte de Santander). No estaba enferma, pero vivía sola. Cuando plantearon la posibilidad de hacerle una necropsia, Marcela le habría aconsejado al resto de familiares que mejor no, porque era muy costosa y que seguramente la hipertensión, que a veces la aquejaba, era la causa de su deceso.

Actualmente, la criminal tiene detención domiciliaria debido a que estando tras las rejas quedó embarazada y el 28 de marzo del presente año un juez de Bucaramanga le otorgó este beneficio.