En los últimos meses, se han dado a conocer varias denuncias por casos de acoso y maltrato al interior de diferentes instituciones en Colombia. La última fue dada a conocer este 21 de mayo, de acuerdo con varias personas al interior de la oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se está dando una situación difícil para algunos trabajadores; ya que, presuntamente, el coordinador de trabajos, Alejandro Pacheco, no da el mejor trato a las personas que laboran en este lugar y ha creado que algunas renuncien o tengan episodios de ansiedad y depresión.
Las denuncias que las hizo públicas la revista Cambio, que se decidió proteger la identidad de los trabajadores y extrabajadores que señalan que el español que viene trabajando en este espacio desde el 2020 da un trato hostil y complejo.
Como lo menciona el PNUD en su sitio web, la función del acusado en el país ha sido coordinar “el trabajo del PNUD respondiendo a los desafíos que trae el desarrollo, así como a direccionar recursos y experiencia para cumplir con la Agenda 2030; además el señor Pacheco ha liderado la estrategia de intervención con el sector privado y las acciones para el cumplimiento de los ODS con el gobierno nacional, los gobiernos locales y la sociedad civil. Actualmente, lidera la respuesta que la Oficina ha diseñado para atender la emergencia por la COVID-19″, por lo que es considerado una pieza fundamental al interior de la oficina de la ONU.
Sin embargo, para las personas que se encuentran a cargo de él, que es toda la oficina, exceptuando a Sara Ferrer Olivella, cabeza del PNUD en Colombia, la situación ha sido compleja, pues Pacheco, al parecer, tiene un trato que ha desencadenado la renuncia de algunas personas que llevaban años trabajando para la organización, ha generado ansiedad y depresión a algunos de los funcionarios e incluso, temor a la hora de tener reunión con él, pues señalan que si le llevan la contraria a sus ideas o muestran una postura diferente serán desacreditados y menospreciados delante de todo el equipo.
“Yo me fui por Alejandro porque el trato de él era irrespetuoso, descalificaba sin razón mi trabajo y eso empezó a afectar mi salud mental. Yo voy a terapia desde hace muchos años, pero incrementé mis citas porque todo en mi vida empezó a girar en torno a eso. No podía controlar mi ansiedad y me daba pánico cada vez que sonaba el celular y era él o tenía reuniones con él”, dijo uno de los entrevistados al medio anteriormente mencionado.
No es el único testimonio, ya que hay algunos que señalan que son menospreciados por su misma nacionalidad y por la universidad donde estudiaron, incluso, que ha hecho juicios de valor sobre algunas personas por su hoja de vida.
“Me siento perseguido. Por ser colombiano me discrimina diciendo que no tengo ni la experiencia ni las capacidades porque yo no tengo un título en universidad extranjera. Se ha burlado de mi nombre incluso y eso ha conllevado también a que me haya relevado de mis funciones, pero adicionalmente como he trabajado en el sector público me ha tachado de politiquero sin ninguna evidencia de nada”, anotó otro de los denunciantes.
En total, 11 personas hicieron pública la incomodidad y aclararon, además, que desde la institución no han recibido apoyo alguno y que no es el único caso, puesto que, pese a que ayudan a algunas personas, igual siguen protegiendo y solapando a los agresores.
“En la jerarquía que tiene el PNUD uno sabe que si eleva una queja en las instancias institucionales, el perjudicado es uno y ejemplos además de Alejandro hay otros, como el de la gerente de operaciones que ha tenido comportamientos inapropiados, eso lo sabe la oficina de Ombudsman y efectivamente se han tomado medidas para proteger a las víctimas, pero esas medidas son sacar a las personas afectadas de su área, mientras ella sigue siendo la mujer más poderosa después de los dos representantes. Uno aprende que esto es estructural”, dio a conocer uno de los funcionarios a la revista colombiana.
Por su parte, PNUD sostiene que tiene las herramientas necesarias para atender este tipo de denuncias y agregó que el caso ya se encuentra en manos de la Oficina de Auditoría e Investigaciones (OAI), que se encarga de hacer estas investigaciones.