El feminicidio de Erika Aponte a manos de su expareja Christian Rincón continúa generando dolor e indignación, los cuestionamientos a la tranquilidad con la que actuó el asesino pese a tener una solicitud de restricción y alejamiento por parte de Aponte siguen despertando dudas.
Rincón, un día antes del asesinato, acechó a la mujer en su lugar de trabajo –sitio donde perpetró el feminicidio–, pero gracias a la acción oportuna de sus compañeros de trabajo lograron posponer la tragedia. Aunque esa no había sido la única visita indeseada del agresor.
Durante el último mes, previo a la ruptura sentimental entre Rincón y Aponte, el hombre de 31 años ya había demostrado actos controladores y agresores en contra de la mujer de 26 años. Según mencionó la víctima en una de las denuncias puestas en contra del feminicida, el sujeto la habría buscado en su lugar de trabajo en el centro comercial Unicentro y durante varios minutos la habría intimidado:
“Las agresiones por parte de él son constantes. Me dice que me ama, pero luego me dice que soy una h.p. una p. Que me fui con otro” son algunos de los testimonios de Aponte en una comisaría de Familia de Soacha, según indicó El Tiempo.
Aunque para Rincón no eran suficiente los maltratos verbales en contra de Aponte, el feminicida inclusive habría llegado a afectar su motocicleta para obligarla a que prestará atención a su atacante:
“Me fui al parqueadero y cuando iba a prender la moto él me dijo: ‘Espere un momento’. Y cogió un cable (de la moto) que había desconectado y lo volvió a conectar. Yo no me había dado cuenta y le pregunté que por qué hacía eso y me dijo que si no lo hacía yo me iba y no lo esperaba. Me dio mucho miedo. Me pudo haber desconectado los frenos”, mencionó Aponte en una parte de su denuncia; donde además señalaba que Rincón sabía que al salir de su trabajo iba al parqueadero donde estaba la moto solo por lo que él solía esperarla en este lugar.
Erika tuvo que trasladarse hasta la casa de su padre en el municipio de Soacha para resguardarse de los ataques impulsivos de Rincón, pero pese a haberse trasladado a otra región de Cundinamarca, haber pedido una solicitud de restricción y alejamiento y haber alertado a las autoridades fue víctima del feminicidio.
Es por tal razón que varios miembros de su familia han señalado la negligencia por parte de las autoridades, al respecto una tía de la víctima que se identificó como Sandra, señaló en Caracol Radio:
“¿Cómo Christian pudo entrar tantas veces al centro comercial después de que ella tenía medida de protección? (...) Ella habló en el centro comercial y expuso el tema, llevó los papeles, la documentación (...) Él iba al centro comercial. Él estuvo allá de grosero, se llamó a la Policía, un agente fue, no lo requisó, le dijeron que se fuera y lo sacaron. Por eso ella fue a quejarse el jueves (11 de mayo) y le dieron medida de protección permanente”.
De igual forma Nazario Aponte, padre de Érika, comentó en la emisora radial que Rincón ya había evidenciado conductas violentas e, incluso, que lo había amenazado de muerte; Nazario reafirmó en el medio de comunicación que en el centro comercial tenían conocimiento de las amenazas y constantes intimidaciones del agresor.
“Yo le presté todo mi apoyo, le conseguí una habitación cerca a mi casa porque él llegaba a la mía a buscarla. Ella puso en alerta a las autoridades y le brindaron medida de protección. En el centro comercial también pasó el reporte y él ya había ido a amenazarla al trabajo en varias oportunidades, andaba armado y entraba como pedro por su casa a ese lugar. ¿Por qué la seguridad nunca hizo nada?”.