El alcalde de Cartagena del Chairá, en el Caquetá, Edilberto Molina, es otro de los rostros del efecto del control territorial de las disidencias de las Farc en el departamento, principalmente de las de Iván Mordisco que lo mantienen sin poder entrar al municipio en el que fue elegido gobernante.
Se encuentra “exiliado” en la capital departamental, Florencia, a raíz de las amenazas de muerte que ha recibido por parte de miembros del EMC Farc que dirige el desertor de esa guerrilla. Según dice, los amedrentamientos vienen desde el 2019 cuando fue elegido.
“Cuando gané las elecciones me pidieron mil millones para poder ejercer como tal y al no acceder fui declarado objetivo militar”, señaló Molina en entrevista con El Tiempo. Sus más recientes denuncias se dieron a inicios de mayo, cuando aseguró que desde hacía cinco meses le solicitó a la Unidad Nacional de Protección renovar su esquema.
“Le he venido pidiendo a la UNP que aumente mi esquema de seguridad, lo cual no he recibido ninguna respuesta por parte de la unidad”, afirmó el alcalde. Molina envió un mensaje al presidente Gustavo Petro para que no permita que los grupos al margen de la ley cumplan sus amenazas y lo asesinen.
Según contó el alcalde de Cartagena del Chairá al medio citado, para poder llegar a su municipio tiene que esperar a que el Ejército vaya. Esto debido a que las recomendaciones de seguridad es que no ande por carretera, así que la única opción es esperar los helicópteros que abastecen a las unidades militares, que van cada 15 días para entrar o salir. Por tanto, cuando hay lluvias no puede llegar.
Molina sostiene que, en los últimos meses, los grupos armados han buscado mostrar públicamente su poderío militar, económico, tanto para atraer más personas que reclutar, como en el marco de las negociaciones con el Gobierno. “Se vienen a la cabeza las famosas escenas del Caguán donde hoy al parecer eso es lo que quieren mostrar”, dijo a El Tiempo.
Este municipio ha sido fuertemente vandalizado por el EMC Farc, recientemente apagaron las antes de comunicación e instalaron vallas del grupo disidente. Esa acción, de acuerdo con Molina, causó temor en la población debido a que, si los guerrilleros podían llegar hasta el casco urbano, con dos batallones y una estación de Policía, podrían secuestrar comerciantes.
“A nosotros nos tocó salir con mis hijos, mi esposa, a empezar de cero a estudiar, todos estos procesos generan un impacto para uno de papá, los hijos, es traumático para ellos hasta el cambio de colegio, los amigos. Uno realmente pierde vida social, ya no es lo mismo, los amigos ya no se le acercan porque piensan van a matar el alcalde y uno va a estar ahí”, narró el mandatario.
No es el único sector del Caquetá que se ha visto gravemente afectado por el EMC Farc, esa organización sostiene combates con el ELN y la Segunda Marquetalia, que han llevado a una emergencia humanitaria en la reserva campesina de El Pato Balsillas.
Según la Misión Paz de la Oficina del Alto Comisionado, se comprobó una situación de zozobra y terror en las comunidades porque sus habitantes están en riesgo inminente de desplazamiento. “La situación es grave, por lo cual la Oficina de Paz ha solicitado a ambos grupos irregulares demostrar su compromiso con la paz, acatando inmediatamente el Derecho Internacional Humanitario. El EMC-FARC y las FARC Segunda Marquetalia sostuvieron una tregua, y hoy es urgente retomarla para avanzar en coherencia con la pretensión que ambas agrupaciones armadas tienen de que les sea reconocido su origen político”, señaló la organización.