Por qué Colombia es el segundo país más desigual de Latinoamérica

El encuentro de Equidad en Latinoamérica se celebrará del 23 al 25 de mayo en Bogotá, en el que expertos y empresarios se darán cita para reconectar, colaborar y avanzar en torno a los desafíos de la desigualdad en la región y se pondrá bajo la lupa la situación de Colombia.

La desigualdad en América Latina es una de las más altas del mundo, un reto cada vez más grande para las sociedades del futuro, que se manifiesta en muchos aspectos de la vida de las personas: desde la desigualdad de oportunidades y en el acceso a servicios sanitarios o a educación de alta calidad, hasta las enormes diferencias en la capacidad de las familias para hacer frente a los desastres, como la emergencia sanitaria global por la pandemia covid-19.

“Avanzamos para construir un país más equitativo, por esto trabajamos en red no solo en Colombia sino en Latinoamérica. Nuestra región sufre de amplias desigualdades que se arrastran desde hace siglos. Dichas desigualdades, lejos de superarse en nuestra región, van abordando nuevas dimensiones y profundizándose”, indicó la directora ejecutiva de United Way Colombia, Cristina Gutiérrez de Piñeres.

Justamente en América Latina y el Caribe, el 50% más pobre de la población se lleva el 10% de los ingresos. Mientras, el 10% más rico recibe el 55% de los ingresos, según cifras de Clasco 2022. Estos altos niveles de desigualdad se reflejan en los niveles de pobreza de la región: más de un tercio de los latinoamericanos y las latinoamericanas viven en condiciones de pobreza en la actualidad, es decir, el 34% de la población, lo que equivale a 209 millones de personas.

Según cifras de Oxfam, confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales, que realizan labores humanitarias en 90 países, Colombia es el segundo país más desigual de Latinoamérica. De acuerdo con el Banco Mundial, el 10% de la población más rica de Colombia recibe 11 veces más que el 10% más pobre del país. Esto es una brecha de desigualdad dramática.

Así mismo, el índice de Gini, parámetro que mide la desigualdad y que la calcula de cero a uno (donde 0 corresponde a perfecta igualdad - todos tienen los mismos ingresos - y 1 con total desigualdad - una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno -), en 2021, el índice de desigualdad en Colombia fue de 0,523.

Existe una serie de factores estructurales que le han dado a la inequidad un carácter persistente en las sociedades de la región, y que constituyen los eslabones que la reproducen generación tras generación. Uno de estos factores es el acceso y la calidad de la educación.

El Banco Mundial, en el último informe realizado en 2020, precisó que en Colombia los hijos de los pobres están condenados a la pobreza, pues una familia demoraría once generaciones en salir de la pobreza. Cuando se indagó por las causas de esta situación, se encontró que el factor que más frenaba la movilidad social era la baja y desigual calidad de la educación.

Cuando en una sociedad la calidad de la educación es deficiente para los estratos bajos, el contexto en el que se nace determina el futuro de los niños. Esto es preocupante en un contexto como el colombiano en el que, según el Laboratorio de Economía de la Educación de la Javeriana, las brechas entre colegios públicos y privados se ha venido ampliando en los últimos años. La brecha, que era de 25 puntos en Saber 11 de 2019, pasó a ser de 32 en 2021. Estas brechas reproducen el círculo de la pobreza y la desigualdad.

“Las cifras demuestran que las diferencias en el acceso y la calidad de la educación puede aumentar la desigualdad. En este sentido, se debe reconocer la educación como el mejor mecanismo para la disminución de la desigualdad, para hacer un llamado a la acción desde Latinoamérica, pues desde la educación dependerán las oportunidades de vida de las próximas generaciones”, indicó Gutiérrez de Piñeres.