Lo que parecía ser un retén nocturno rutinario de control en la comuna 9 de Medellín, terminó en la captura de un hombre que portaba un arma de fuego y transportaba tres lingotes de oro.
En la madrugada del pasado jueves 18 de mayo las autoridades detuvieron un vehículo en el barrio Buenos Aires de Medellín, del carro bajó un hombre de 35 años quien no pudo demostrar la legalidad de una pistola 9 milímetros que portaba y mil 500 gramos de oro hallados en el vehículo, avaluados en cerca de 400 millones de pesos.
Tras la captura el mayor Alejandro Guevara, oficial de supervisión de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, declaró: “En la madrugada, a través de un puesto de control, se intercepta una Toyota Prado y se haya un arma de fuego de letalidad reducida y tres lingotes de oro (...) estos elementos y el capturado fueron dejados a disposición de la Fiscalía”.
Oro ilegal
Antioquia es un departamento rico en oro y el comercio ilegal de este ha generado una guerra en el territorio, principalmente entre el grupo paramilitar ‘Clan del Golfo’ y el ELN, que tienen presencia en la subregión del Bajo Cauca antioqueño. El oro extraído ilegalmente es enviado al mercado negro y posteriormente comercializado en países europeos, dejando ganancias solo a los dueños de las minas.
Ante esto, el Gobierno Nacional retomó la lucha contra la minería ilegal y al 3 de marzo del año en curso la fuerza pública había identificado y destruido por lo menos 40 minas ilegales dedicadas a la extracción del metal dorado en Antioquia. Según el informe de las autoridades, estas minas pertenecían al ‘Clan del Golfo’.
Durante los operativos se incautó maquinaria y materiales químicos que no solo le hacen daño a la economía legal del país sino también al medio ambiente, dejando las fuentes hídricas de la región contaminadas y afectando así a cientos de poblaciones.
Según la brigada 14 del Ejército entre las poblaciones de el Bagre y Caracolí se desmantelaron 39 minas ilegales, de la subestructura Jorge Iván Arboleda Garcés del ‘Clan del Golfo’. Las autoridades indicaron que estos puntos de extracción minera eran claves para las finanzas del grupo criminal, pues mensualmente producían aproximadamente mil 500 millones de pesos.
El orden público del Bajo Cauca antioqueño se vio alterado a principios de este año con un paro minero promovido por los grupos criminales que delinquen en la zona, que presionaron a los mineros a que desataran el caos, bloqueando las vías de conexión entre la Costa Caribe y el departamento de Antioquia.
Durante las manifestaciones hubo quema de carros de carga y buses de servicio público, también se presentaron hostigamientos contra la fuerza pública desde las montañas y cerca de 400 mil personas estuvieron apresadas en sus casas por miedo a represalias de los grupos armados ilegales.
El paro minero se dio como respuesta a la reactivación de los operativos contra la minería ilegal, que se habían suspendido en la zona a finales del año pasado.
Pese a que el Bajo Cauca es un sector rico en oro, allí se desarrolla una situación de crisis humanitaria según la más reciente Encuesta de Calidad de Vida de Antioquia la cual indicó que el 28,5% de los pobladores de esta subregión vive en la pobreza.
La indagación mostró que el 68% de las personas que residen en la zona se dedican al trabajo informal, principalmente en la minería ilegal; también estableció que el 65% de personas tiene bajos logros educativos y que un 43% no tiene un sistema sanitario con conexión al alcantarillado público.