El proyecto de reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro ha generado una serie de polémicas por la mayoría de propuestas que trae. Sobre todo, los gremios critican que esta busque proteger los derechos de los trabajadores del país en vez de generar empleo y combatir la informalidad, que es lo que necesita el país en este momento de coyuntura económica.
Uno de los puntos que más se critican es el cambio en el horario de la jornada laboral. Tras discusiones en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, en la iniciativa se propone que la jornada diurna vaya de 6:00 a. m. a 7:00 p. m., y que la jornada nocturna sea de 7:00 p.m. a 6:00 p.m.
Esto, luego de que la reforma laboral de 2002 estableció que la jornada diurna en Colombia sea de 6:00 a.m. a 9:00 p.m. y la jornada nocturna vaya de 9:00 p.m. a 6:00 p.m. El objetivo de la modificación en ese entonces era para que el aparato productivo nacional recuperara la competitividad que durante gobiernos anteriores perdió.
Dicha reforma, conocida como Ley 789 de 2002, “por la cual se dictan normas para apoyar el empleo y ampliar la protección social y se modifican algunos artículos del Código Sustantivo de Trabajo”, y sancionada el 27 de diciembre de ese año, estuvo liderada por el entonces ministro del Trabajo y Protección Social, Juan Luis Londoño, y el ministro de Hacienda, Roberto Junguito Bonnet.
Además, en la Presidencia del Senado de la República estaba Luis Alfredo Ramos, que tenía como secretario general de la corporación a Emilio Otero Dajud. En la Presidencia de la Cámara de Representantes se desempeñaba William Vélez Mesa, que tenía como secretario de la corporación a Angelino Lizcano.
Curiosamente, el ministro Londoño y el ministro Junguito fallecieron tiempo después de aprobada, sancionada y entrada en vigencia dicha ley de la República.
Accidente de Juan Luis Londoño
El primero, Londoño, reconocido economista, periodista y político y que también fungió como ministro de Salud (entre 1990 y 1992 bajo el gobierno de César Gaviria), falleció el 6 de febrero de 2003, a los 44 años de edad, solo un mes y medio de entrada en vigencia de la reforma laboral del 2002.
Como se recordará su vida acabó luego de un trágico accidente aéreo cuando la aeronave Piper Aerostar de colores blanco y azul que cubría la ruta Flandes (Tolima) - Popayán (Cauca) y desapareció de los radares a las 3:43 p. m., a cinco minutos de Girardot (Cundinamarca), donde la aeronave hizo una parada obligatoria para echar combustible.
Tras el accidente también fallecieron la secretaria privada, Lena Bloss; el asesor de Empleo del Ministerio del Trabajo, Alirio Arcila; el jefe de seguridad, José Vera, y el piloto Germán Vanegas.
Al respecto, el director de la Aeronáutica Civil (Aerocivil) de ese momento, Juan Carlos Vélez, informó que el cuerpo de Londoño y los demás ocupantes los encontraron calcinados en el cerro San Julián, a 10.300 pies de altura, cerca de Cajamarca (Tolima).
Roberto Junguito y la curiosa fecha de su muerte
Entre tanto, Junguito Bonnet, respetado economista y político, falleció el 27 de diciembre de 2020, a los 77 años de edad, justo cuando se cumplieron 18 años de la última reforma laboral habida en Colombia.
El legado de Roberto Junguito Bonett se encuentra en las distintas reflexiones que hizo sobre la propiedad de la tierra en el país, así como en el rol de los gremios en el desarrollo de la economía colombiana.
Tuvo un interés en el vínculo entre historia y economía, tema del que escribió compendios así como distintos artículos en medios especializados. Su libro “Historia económica de Colombia en el siglo XX”, publicado por la Universidad Sergio Arboleda (2017), es considerado material de referencia en la disciplina.
Afirmó Junguito en dicho libro que los resultados de la economía del país estaban intrínsecamente vinculados al devenir político y social de la república, por lo que toma como punto de partida la Guerra de los Mil Días y cómo este evento marcó la forma de concebir la economía en los gobernantes durante medio siglo.
Una de las últimas entrevistas que concedió fue a La República, en la que afirmó que era necesaria una reapertura gradual de la economía durante la época del aislamiento inteligente, así como una serie de rebajas en la tributación que favorecieran a la capa empresarial del país en el propósito de reactivar la economía luego de este evento.
La encrucijada de Luis Alfredo Ramos
Otro actor importante en la aprobación de la reforma laboral del 2002 fue el exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos, que presidía el Senado en ese momento.
Ramos está condenado por parapolítica. Sin embargo, el 23 de abril del 2023 se conoció que será acusado y enjuiciado por la Fiscalía General de la Nación, que considera que el megacontrato para la construcción de Hidroituango entre 2009 y 2011, cuando él era gobernador, fue direccionado para que quedara en manos de Empresas Públicas de Medellín.
Esta es la reforma laboral o Ley 789 del 2002: