La Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión indicó que casi 20 millones de personas mueren al año por enfermedades cardiovasculares y de esos 10 millones son por causa directa de la hipertensión, una enfermedad silenciosa y letal que pocas veces presenta síntomas.
En 2005, la Liga Mundial de la Hipertensión estableció el Día Mundial de la Hipertensión con el fin de concientizar a la sociedad sobre la importancia de la prevención y control de esta enfermedad.
Según datos de la entidad mundial, más de un billón y medio de personas padecen esa enfermedad, siendo la edad uno de los principales riesgos. En otras palabras, el 65% de los mayores de 60 años son los que padecen esta patología. Otro de los factores son los malos hábitos alimenticios, producto de la comida procesada que invade los mercados mundiales.
Para el doctor Luis Moya Jiménez, presidente de la liga, el progresivo envejecimiento de la población que están sufriendo los países occidentales hará que “en los próximos años el número de hipertensos siga aumentando”.
Datos a nivel mundial
La entidad nacional resaltó varias cifras de casos reportados a nivel mundial de personas que fueron diagnosticadas con esa enfermedad. En Canadá, por ejemplo, la prevalencia es más baja con el 29,7%, seguido de Corea con un 29,8% y Estados Unidos con 29,9%. Por otro lado, África es el continente con cifras de presión más elevadas, entre el 40% y el 50%. Nigeria (52.3%) y Mozambique con el 50.9%.
En Latinoamérica el de mayor prevalencia es Paraguay con el 50%. En el caso de Colombia, conforme con datos oficiales de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión, esa enfermedad se presenta en alrededor del 35% de personas, es decir, que más de 15 millones de personas.
“Lo grave es que un tercio de los hipertensos no saben que lo son, el otro tercio, aunque están tratados, están mal controlados, por esta razón la prevalencia de la enfermedad y el control son muy importantes”, explicó el doctor Moya.
Principales causas y cómo se puede evitar
La Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión precisó que las principales causas de esa enfermedad radican en los antecedentes familiares, los malos hábitos alimenticios, el diagnóstico tardío, la falta de ejercicio, el consumo de alcohol, la diabetes, el sobrepeso, el estrés, la no adherencia al tratamiento y la falta de diagnóstico o ignorancia sobre la enfermedad.
“Por eso, desde la Liga insistimos en fomentar la detección temprana y responsabilizar al paciente de su enfermedad. Si aprendemos a tomar la presión arterial en casa, conocemos las cifras normales y asistimos a nuestros chequeos médicos, es más fácil prevenirla, solo así evitamos caer en una silla de ruedas o una diálisis permanente, entrar en falla cardiaca y depender de oxígeno con mala calidad de vida que nos deja consecuencias fatales”, explicó la entidad.
Entre las principales recomendaciones para controlar la enfermedad, la liga colombiana resaltó una alimentación saludable, consumir menos sal, evitar consumo dl alcohol, realizar ejercicio físico regularmente, tomar el medicamento y no fumar.
“La detección temprana, el tratamiento apropiado y el control de la hipertensión producen importantes beneficios sanitarios y de índole económica”, puntualizó el doctor Moya.
Estas son algunas de las consecuencias de la enfermedad:
- Ataque cardíaco.
- Accidente cerebrovascular.
- Aneurisma.
- Insuficiencia cardíaca.
- Insuficiencia renal.
- Vasos sanguíneos engrosados, estrechos o rotos en los ojos.
- Síndrome metabólico.
- Problemas de memoria o comprensión.
- Demencia.
La Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión compartió algunos tratamientos para combatir la hipertensión arterial:
- Llevar una dieta saludable rica en frutas, verduras y carnes magras.
- Evitar la sal.
- Hacer ejercicio regularmente. Se recomienda un mínimo de 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico.
- No fumar.
- Reducir la cantidad de alcohol.
- Evitar situaciones de estrés.
- Mantener un peso corporal saludable.
- Si está indicado por su médico, debe tomar medicamentos que regulan y controlan fácilmente su presión y no se deben suspender o bajar las dosis sin orden médica.