Durante el transcurso de la última sesión de la Audiencia Única de Verdad ante la (JEP) Jurisdicción Especial para la Paz, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso relacionó a un importante miembro de la gobernación de Álvaro Uribe con la planeación de dos sangrientas masacres en Antioquia.
Se trata de Pedro Juan Moreno, quien durante esa época ocupaba el cargo de Secretario de Gobierno de Antioquia, bajo el mando de Ávaro Uribe, quien habría sido determinante tanto en la masacre de El Aro como la de La Granja.
“Iniciaron desde la casa Castaño cuando las pide Pedro Juan Moreno, secretario de gobierno de la Gobernación de Antioquia hasta el general Iván Ramírez y de ahí hasta la Cuarta Brigada donde me reúno personalmente con el general Manosalva y ya sobre el terreno, luego continúa Rodrigo ‘Doble Cero’ con el direccionamiento de terminar de organizar coordinaciones al respecto” comentó Mancuso ante el Tribunal de Paz.
De acuerdo a lo señalado por el excomandante paramilitar las Fuerzas del Estado habrían suministrado información de inteligencia al grupo criminal para ejecutar las sangrientas masacres ocurridas en Antioquia: “Recibimos una información de planeación, sobre planos, corredores estratégicos de movilidad, ubicación de campamentos guerrilleros, de rutas de apoyo, rutas de acceso nuestras, corredores a bloquear para ingresar y evitar apoyos entre un frente y otro de guerrilla dentro de un mismo frente”.
Otro de los comentarios reveladores de Mancuso fue que desde el DAS el entonces director José Miguel Narváez lo cuestionó duramente por no haber asesinado a Piedad Córdoba cuando estuvo en cautiverio: “Insistió muchísimo en Piedad Córdoba, decía que haber liberado a Piedad era un error grave que habíamos cometido las Autodefensas, que había que asesinarla, que había que actuar militarmente contra ella”.
Pedro Juan Moreno el hombre de amor y odios con Uribe
Moreno, quien fue una de las figuras antioqueñas de mayor relevancia de finales de los 90 y principios de los 2000, murió en un extraño accidente aéreo que originalmente había sido calificado como un ‘error humano’ pero ha medida que pasan los años se desata la teoría de un macabro complot que a involucraría importantes sectores del país.
El viernes 24 de febrero del 2006 murió Pedro Juan Moreno en las cercanías del Cañón de La Llorona, en el Urabá, cuando se transportaba en un helicóptero BELL 2006 B de la empresa Helicargo con destino al municipio de Apartadó. El político perdió la vida junto al piloto de la aeronave, el capitán Juan Taborda; su asesora, la abogada Ana María Palacios, y su hijo mayor, Juan Gilberto Moreno.
Pedro Juan Moreno que tenía la intención de llegar al Senado de la República manejaba un trabajo periodístico reconocido en su revista La Otra Verdad, desde donde cuestionó y denunció a varios funcionarios cercanos al Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe. Precisamente desde algunos testimonios señalaron la preocupación de ciertos sectores de las Fuerzas Públicas, la política y empresarial por la labor investigativa presentada en La Otra Verdad.
Es que muchos veían en Moreno un futuro prometedor, su cargo como diputado de Medellín en 1986, representante a la Cámara en 1990, y secretario de Gobierno de Antioquia en 1994 donde brilló y protagonizó polémicas junto a Álvaro Uribe, lo transformaron en una figura notable; fue por tal razón que causó impacto su sorpresivo deceso.
Desde la Aeronáutica Civil el entonces director Fernando Sanclemente -persona designada por el expresidente Duque como embajador de Colombia en Uruguay y en cuya finca en Guasca fueron encontrados el 12 de febrero 2020 tres laboratorios de cocaína- confirmó el error humano en el siniestro aéreo donde murieron las cuatro personas.
Pese a que las autoridades del momento aseguraron la versión del trágico accidente una serie de hilos comenzaron a desatar la maraña de un complot oscuro que podría involucrar a una de las figuras políticas más importantes en la historia del país.
Se debe indicar que un año después del accidente, el 1 de noviembre de 2007 Nancy Esther Zapata, la inspectora del área de repuestos de aeronaves del aeropuerto Olaya Herrera de donde partió el helicóptero BELL 2006 B, fue asesinada y encontrada con un letrero que decía “¡Aquí no se permiten sapas!”. La razón es que Esther había compartido un correó a una amiga identificada como ‘Rebbeca’, en el que mencionaba que el supuesto accidente habría sido gestado por fuerzas mayores. La mujer indicaba en el correo la participación del jefe paramilitar alias ‘Don Berna’ e, incluso, del conocimiento del reelegido presidente Álvaro Uribe Vélez.
En el correo enviado a ‘Rebbeca’ se podía percibir la zozobra y angustia por la que estaba pasando la trabajadora del Olaya Herrera:
“Te escribo volando porque sigo nerviosa porque parece que se dieron cuenta que los estaba oyendo. Ese senor berna volvio a llamar desede la carcel. Llama seguido y tiene sus guardspaldas con el, viven alla con esa gente adentro de itagui. Y como te dije ayer se pusieron muy peliparados conmigo porque los oi hablar de ese senorpPedro juan moreno que te dije que se le cayo el helicopetero porque aqui les quitaron el repuesto y no se si el presi uribe dio la orden pero si sabia y don berna tambien (SIC)”.
Pero la tragedia no terminó con ese homicidio. ‘Rebbeca’ se convirtió en un objetivo para encontrar su identidad, y rastro eran constantemente asediados por las fuerzas oscuras que perpetraron un nuevo asesinato el 8 de septiembre de 2009; en esta ocasión la víctima fue Diana Christina Urrego, otra trabajadora del Olaya Herrera que tenía contacto con ‘Rebbeca’ y quien falleció por hablar de preparativos para una misa en memoria de Nancy Esther. Diana fue hallada sin vida al interior del aeropuerto con signos de tortura.
‘Rebbeca’ pudo exiliarse en el extranjero, y el mismo Diego Fernando Murillo alias ‘Don Berna’ le confirmó a María McFarland, autora del libro “Aquí no hay muerto”, la versión de su participación y la del mismísimo Álvaro Uribe en el accidente que le costó la vida a Pedro Moreno y sus tres acompañantes.
“Reciba un cordial saludo, sobre Pedro Juan Moreno, lo conocí personalmente ya que era un asiduo visitante de los campamentos de las Auto Defensas, concretamente de un sitio llamado 21 donde funcionaba el cuartel general de Carlos Castaño. Él era uno de los consejeros de dicho comandante. La muerte de él fue producto de un saboteo al Elicoptero donde se movilizaba. Acción llebada a cabo por órdenes de Uribe (SIC)”.
Al parecer lo que indican las versiones es que la muerte de Moreno habría sido llevada a cabo para frenar sus intenciones de poder y sobre todo para no obstaculizar la reelección de Uribe. Precisamente José Taborda, el padre del capitán Juan Taborda que murió en el accidente, señaló en una columna publicada por La Patria que varias prestigiosas figuras de la política colombiana le habían señalado que lo del helicóptero no fue un accidente sino un atentado. Taborda indicó que el mismo Vargas Lleras habría confirmado el macabro complot:
“Es que en síntesis, si no mataban a Pedro Juan no había reelección de Uribe”.
De igual manera el padre del piloto fallecido ha señalado que el jefe de la empresa Helicargo Luis Guillermo Ángel Restrepo, vinculado con paramilitarismo, le habría solicitado insistentemente que el cadáver de su hijo fuera cremado, para evitar así un análisis forense, al parecer las versiones señalan que su hijo habría sido envenenado.
Confuso y escabroso así es el caso que rodea la muerte de Pedro Juan Moreno, el hombre que fue de suma trascendencia para la fuerza paramilitar en el país pero que habría fallecido a raíz de los oscuros tentáculos entre los ‘paras’ y las esferas más importantes de la nación.