Qué pasa con la educación en Colombia: en 2021 cerca de 333.000 estudiantes desertaron y 643.000 perdieron el año

De acuerdo con un estudio de la Pontificia Universidad Javeriana, el país perdió alrededor de 2.8 billones de pesos por los 643.000 estudiantes reprobados del sistema educativo en 2021

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La deserción escolar, uno de
La deserción escolar, uno de los grandes problemas de la educación actual

El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana analizó los indicadores de eficiencia educativa en Colombia: cobertura, reprobación, deserción y aprobación en los colegios, de acuerdo con los últimos datos registrados por el Ministerio de Educación Nacional, correspondientes al 2021, y los resultados de deserción y reporbación son desalentadores.

El informe, para tener clara la muestra, se enfocó en un análisis por departamentos, por sexo masculino y femenino, y por niveles educativos: transición, básica ( que incluye primaria de 1º a 5º y secundaria de 6º a 9º) y media (que corresponde a 10º y 11º), alertando, en especial, sobre las cifras de deserción y reprobación.

Deserción

Sobre la deserción se destaca que, en 2021, cerca de 333.000 estudiantes desertaron del sistema educativo. De esta cifra, los hombres presentan mayores tasas de deserción que las mujeres, en especial en los grados de secundaria, es decir de 6º a 9º.

Putumayo, Caquetá y Guanía son las regiones con las tasas de deserción más altas. Por el contrario, Bogotá y Atlántico tienen las tasas más bajas.

Estudio sobre educación de la
Estudio sobre educación de la Pontificia Universidad Javeriana

Los analistas también sugieren que los hombres presentan tasas promedio más altas de deserción que las mujeres, relacionado con que los hombres enfrentan más posibilidades de trabajo infantil o riesgos como el consumo de sustancias psicoactivas, delincuencia juvenil o reclutamiento forzado.

Reporbación en Colombia

Sobre la reprobación, es decir, frente a los estudiantes que pierden el año escolar, de acuerdo con este informe 643.000 estudiantes, en su mayoría hombres en secundaria, reprobaron en 2021. Vichada, Guanía y Chocó tienen las tasas más altas de reprobación. Por el contrario, Arauca, Magdalena y Cundinamaraca tienen las tasas más bajas.

Los investigadores concluyen que Guainía y Vichada son los departamentos con mayores tasas reprobación y deserción del país, y, en general, estos departamentos presentan los retos más grandes sobre todos los indicadores de la eficiencia interna (cobertura, aprobación, reprobación y deserción) de la educación básica y media.

Reprobación educativa en Colombia en
Reprobación educativa en Colombia en el 2021.

Además, los analistas insisten que el proceso formativo necesita una observación especial en el paso de quinto a sexto grado y de noveno a décimo grado, ya que en estos niveles es donde se presentan los peores resultados en las tasas de reprobación y deserción.

“La deserción y la reprobación generan costos para el sistema educativo, el Estado y las familias, pues implica que los recursos invertidos, por estudiante desertor o que pierde el año escolar, deberán considerarse nuevamente en otro año escolar”, indicó el informe de la Javeriana.

Solo por hacer el ejercicio, los investigadores realizaron el cálculo de los costos de la reprobación escolar y estimaron que, entre gastos del Estado y gastos promedio de las familias, el país perdió alrededor de 2.8 billones de pesos por los 643 mil estudiantes reprobados del sistema educativo en 2021.

El LEE de la Javeriana insiste en que, aunque las tasas de deserción y reprobación disminuyeron ligeramente de 2020 a 2021, es importante mejorar la calidad educativa de forma integral, pues los resultados aún están lejos de acercarse a los mínimos o incluso a cero.

Adicionalmente, la reprobación tiene efectos negativos en los estudiantes no solo en lo académico sino en lo psicológico, motivando a la deserción, además de la ineficiencia de los procesos de aprendizaje, especialmente cuando no se identifican y corrigen las causas de la reprobación escolar y el repitente recibe más de lo mismo.

Seis recomendaciones

  • Que se le haga seguimiento, con estrategias de nivelación o tutorías, a los estudiantes rezagados. Además, debe darse acompañamiento psicosocial a los repitentes, incitando en el empoderamiento de las habilidades socioemocionales y estrategias de enseñanza diferenciales, pues repetir año puede afectarlos emocionalmente a los estudiantes por los cambios que implica, adaptación a un nuevo grupo de compañeros, o ser víctimas de matoneo por ser repitente, entre otros.
  • Hay que identificar y recuperar a los desertores, que además están expuestos a mayores probabilidades de trabajo infantil, riesgos como el consumo de sustancias psicoactivas, delincuencia juvenil o reclutamiento forzado.
  • Hay que fortalecer los procesos de cualificación docente, para que a través de la formación y evaluación de los docentes puedan aprender y desarrollar estrategias pedagógicas que contribuyan a mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
  • Es importante contar con información actualizada de modo que permita tomar acciones y decisiones oportunas desde las entidades territoriales y Ministerio de Educación Nacional, para mejorar las tasas de eficiencia interna de la educación en Colombia.
  • La participación de los padres de familia en los procesos educativos de los hijos es imperativo, de modo que se alineen los propósitos y acciones concretas para fomentar ambientes protectores.
  • Debe haber Alianzas entre los colegios y organizaciones comunitarias para generar redes de apoyo y fomentar una cultura sobre la importancia de que los niños, niñas y adolescentes no deserten del sistema escolar.
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