Ante un juez de control de garantías fue presentado este miércoles 17 de mayo el exsubintendente de la Policía Nacional Manuel Antonio Castañeda Bernal, por su presunta participación en el transporte de estupefacientes en un vehículo de la Unidad Nacional de Protección (UNP).
En la diligencia, una fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico señaló a Castañeda Bernal de movilizar, en la noche del 20 de agosto del 2020, en el kilómetro 88 de la vía Andalucía (Valle) - Y de Cerritos, en inmediaciones de Pereira (Risaralda), un total de 340 kilogramos de marihuana.
En este suceso fueron capturados dos hombres, cuando se transportaban en una camioneta de alta gama que estaba al servicio de la UNP. Pese a que el ente investigador imputó a Castañeda Bernal el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, este cargo no fue aceptado por el sindicado.
De acuerdo con la fiscal, con base en los elementos de prueba recolectados en este caso, el narcochofer le habría entregado un juego de placas y carné falso de la entidad de protección a uno de los sujetos que recogió el cargamento, en el barrio Ciudad Jardín de Cali.
El destino final del estupefaciente era Medellín, pero fue interceptado en territorio risaraldense. Castañeda, además, habría acompañado el recorrido y estaría encargado de alertar sobre la presencia de la fuerza pública durante el trayecto, por lo que para la Fiscalía es responsable del desplazamiento del alijo.
Es la segunda vez que el narcochofer fue protagonista de un hecho similar, pues en la actualidad se encuentra privado de la libertad al ser hallado culpable de movilizar 168 kilogramos de cocaína en una camioneta de la UNP, en Totoró (Cauca). En un suceso que se produjo el 10 de diciembre de 2022.
El vehículo en el que se transportaban los paquetes del alcaloide había sido asignado al esquema de seguridad del exsubdirector de la UNP Ronald Rodríguez Rozo.
Luego de estar recluido en la cárcel de Cómbita (Boyacá), Castañeda fue trasladado por motivos de seguridad a un cantón en Facatativá, debido a que se conoció que presuntamente querían envenenarlo.
La confesión de Castañeda
En diálogo con la revista Semana, Castañeda dio a conocer lo que sería, al parecer, uno de los más grandes escándalos de corrupción dentro de la Unidad Nacional de Protección, en la que contó cómo funciona el alquiler de los esquemas de seguridad y cómo los automotores adscritos a la entidad eran usados para mover importantes sumas de dinero de políticos. Además, reveló que tuvo participación en la fuga de Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba.
En su denuncia, el narcochofer manifestó que dentro de la unidad de protección existiría una banda criminal que estaría al servicio de diferentes organizaciones ilegales, como las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo. Y funcionarios de instituciones como la Policía y el Inpec, que estarían implicados en actividades ilícitas.
Uno de los salpicados en sus declaraciones fue Wilson Devia, presidente de uno de los sindicatos de la UNP, que le habría ofrecido una camioneta blindada, un cupo de 800.000 pesos en combustible y dos hombres de protección, quienes harían parte de su esquema de seguridad.
Por su parte, Caracol Radio reveló en abril pasado el contenido de un documento de 109 páginas, perteneciente a la Fiscalía General de la Nación, en el que los investigadores de su caso relacionaron los chats, fotografías y pantallazos de consignaciones que fueron en dos teléfonos celulares encontrados a Castañeda y que lo comprometerían con hechos de corrupción dentro de la UNP. Y en el que estarían involucrados miembros de la entidad y la Policía.
Lo que llamó la atención de los peritos forenses fue el hallazgo de imágenes de cédulas de uniformados y conversaciones con algunos de ellos, quienes harían parte de la red que tenía Castañeda para el traslado de drogas; aparte de una extensa relación de 270 contactos, en su mayoría funcionarios del Estado.